Industriales de la región buscan que el precio de la tortilla no se eleve.
Según el comportamiento que tenga el precio de la tonelada de maíz, podría haber una nueva revisión al precio, pero hasta finales de año.
Los industriales de la Masa y la Tortilla de la Comarca Lagunera y Coahuila acordaron que a nivel regional no subirán el precio del alimento básico por ahora. Dependiendo del comportamiento que tenga el precio de la tonelada de maíz que es su insumo básico, podría haber una nueva revisión al precio pero hasta finales de año.
Actualmente el precio máximo sugerido del kilo de tortilla a nivel regional es de 9.50 a granel y 10 pesos con envoltura de papel. Apenas la primera semana de enero de este año, se incrementó un peso, respectivamente.
José Guadalupe de la Torre Nava, dirigente de la Unión de Industriales de la Masa y la Tortilla, consideró que el alza en el precio del alimento básico hasta 12 pesos que pretenden aplicar comerciantes de ciudades del sur del país, “es una medida descabellada”, que no tiene razón de ser e impactará considerablemente en la economía familiar.
Precisó que aunque el precio del maíz se “está disparando, nosotros desde enero cuando se dio el primer aumento de este año ya habíamos calculado que el problema seguiría y decidimos que absorberíamos las alzas”, según el representante de los molineros.
La situación para los fabricantes de tortillas es grave, ya que enfrentan alzas de sus insumos en forma generalizada. Mientras que en enero el precio de la tonelada de maíz era de 2 mil 800 pesos ahora es de 3 mil 500 pesos. Para el segundo semestre del año la expectativa es que llegue a 4 mil 600 pesos.
En la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango, la industria molinera produce alrededor de 14 mil kilos de tortilla para consumo humano. Debido a que el precio del alimento ya no está controlado oficialmente, se rige bajo el esquema de precio sugerido.
Dijo De la Torre que la Industria de la Masa y la Tortilla es uno de los sectores productivos más golpeados económicamente por la crisis que enfrenta la producción de granos en el mundo, ahora destinada mayoritariamente a la generación de combustible, más que a atender las necesidades alimentarias.
Son cerca de 200 negocios adheridos a la organización establecidos en Torreón, Gómez Palacio, Ciudad Lerdo y San Pedro de las Colonias, los que decidieron mantener los mismos precios, para mantenerse en competencia.
Y es que dice que los molineros enfrentan la “desleal competencia” que les significan las tiendas de autoservicio que fabrican sus propias tortillas a base de maseca y las venden a precios sumamente bajos.
Otros competidores son los que trabajan en forma rudimentaria, elaboran tortillas y las distribuyen en misceláneas y súpers.
Los molineros aseguran que no comprarán maíz transgénico y soportarán hasta donde les sea posible los vaivenes que sufran los precios de los granos.
