Las cerca de 10 mil empresas de seguridad privada que existen en el país operan bajo estándares desiguales o de manera discrecional. (Agencia Reforma)
Actualmente 8 de cada 10 de estas empresas operan en la ilegalidad o en la informalidad.
Las más de 10 mil empresas de seguridad privada que existen en el país no podrán seguir operando con elementos improvisados.
El nuevo reglamento, que se encuentra en revisión para ser publicado en el Diario Oficial, establece que todos los agentes deben ser entrenados en agencias o academias de formación, que deberán ser creadas y reguladas por la dependencia federal.
Además, incluye capacitación obligatoria en rubros como persuasión verbal y psicológica, y entrenamiento en la utilización de la fuerza corporal y de instrumentos no letales.
Actualmente, 8 de cada 10 de estas empresas operan en la ilegalidad o en la informalidad, sin patrullas o equipos de radiocomunicación.
En cuanto al personal, no son sometidos a controles de confianza ni tienen un entrenamiento adecuado.
“No están preparados, primero porque en el país no hay una escuela donde los capaciten para ser empleados de seguridad privada”, señaló Arturo Arango, especialista en temas de seguridad.
Se estima que en 2006 las empresas con permisos federales y estatales empleaban a unos 80 mil elementos, cifra que en 2007 aumentó a 141 mil y, actualmente, se calcula que existen unos 200 mil.
“El número no sólo se duplicó, sino que ahora uno de cada tres policías que existen en el país es de empresas privadas”, precisó Arango.
En febrero pasado, Ricardo León Dorantes, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada, organismo que agrupa a las principales empresas de este giro, informó que en México este negocio alcanza los 2 mil millones de dólares.