La llegada de turistas a Myanmar (Birmania) ha caído un 60 por ciento desde la catástrofe causada en mayo pasado por el ciclón Nargis, otro revés para un sector que inició su decline en septiembre de 2007 cuando las fuerzas de seguridad aplastaron las manifestaciones a favor de la democracia.
Según los datos difundidos ayer por la Asociación Tailandesa de Agencias de Viajes, que domina el mercado de turístico del vecino país, las restricciones impuestas por las autoridades birmanas a la concesión de visados, son el principal motivo del descenso de las llegadas de turistas a Myanmar.
El año pasado cerca de 240 mil extranjeros visitaron Birmania, cuya Junta Militar promocionó con brío a finales de la década de los 90 a fin de sortear la bancarrota.
A causa del descenso de pasajeros, la aerolínea birmana Air Bagan, propiedad del empresario Tay Za, amigo del máximo líder de la Junta Militar, ha suspendido durante al menos tres meses sus vuelos entre Rangún y Bangkok.
A finales del año pasado, Air Bagan canceló de forma indefinida sus vuelos entre Rangún y Singapur, debido a que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Myanmar, le impiden tener cuentas bancarias o hacer transacciones en dólares.
Estados Unidos impuso a Myanmar nuevas sanciones económicas en respuesta a la violenta represión puesta en marcha por la Junta Militar tras las manifestaciones pacíficas del pasado septiembre.
También la compañía aérea birmana ha suspendido sus vuelos entre Rangún y la ciudad de Chiang Mai, al Norte de Tailandia, ante la caída de la demanda de pasajes.
Myanmar, que hasta principios de los años 60 fue una de las naciones del Sudeste de Asia con mayor desarrollo económico, es ahora una de las más pobres de la región.
