Manifestantes antigubernamentales despliegan una bandera tailandesa gigante durante la celebración en el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok, por la disolución el partido del primer ministro de Tailandia, Somchai Wongsawat. (EFE)
Disuelve Corte constitucional a los tres partidos más importantes por fraude electoral.
El Gobierno de Tailandia cayó ayer después de semanas de protestas masivas contra la corrupción, que llegaron a cerrar los dos aeropuertos de la capital, dejando varados a unos 300 mil viajeros.
Los manifestantes prometieron levantar su ocupación los aeropuertos, por lo que se espera que los vuelos internacionales se reanuden el viernes.
El Gobierno del primer ministro Somchai Wongsawat pareció condenado cuando la Corte constitucional de la nación disolvió a los tres partidos gobernantes más importantes por un fraude electoral cometido en 2007.
Adicionalmente, el tribunal le prohibió al primer ministro que participe en política durante cinco años.
Somchai, que ha estado trabajando desde la ciudad Norteña de Chiang Mai desde el miércoles, no renunció formalmente, como demandaron los manifestantes durante meses, pero aceptó la decisión con ecuanimidad.
“No es problema. Yo no estaba trabajando para mí. Ahora seré un ciudadano de jornada completa”, le dijo a reporteros en Chiang Mai.
Los líderes de los manifestantes dijeron que pondrán fin a la protesta en los aeropuertos. La oficina aeroportuaria de Tailandia dijo que el aeropuerto internacional Suvarnabhumi reanudará sus operaciones el viernes. El aeropuerto volvió a abrir ayer para vuelos de carga.
Luego del fallo de la Corte, el vocero gubernamental Nattawut Sai-kau dijo que la coalición gobernante de seis partidos renunciará.
Miembros de la coalición opositora Alianza del Pueblo por la Democracia, que ocupan el aeropuerto internacional, dieron muestra de alegría y se abrazaron después de enterarse de la decisión judicial, que fue leída desde una tarima fuera de la terminal principal.
“Mi corazón está contento. Mis amigos están muy felices”, afirmó Pailin Jampapong, un ama de casa de 41 años, que luchaba por contener las lágrimas mientras saltaba de alegría.
“Este es un golpe contra la corrupción”, afirmó Nong Sugrawut, un hombre de negocios de 55 años que habló en el aeropuerto Suvarnabhumi.
Somchai estaba cada vez más aislado en las semanas recientes. Ni el Ejército -un miembro clave en la política tailandesa -ni el venerado rey del país le habían ofrecido un apoyo firme.
Sin embargo, centenares de sus partidarios se reunieron fuera de la Corte para expresar su enojo, alegando que la rapidez del fallo -que se tomó apenas una hora después de que acabaron los argumentos de cierre- demostraba que había predeterminación. En un momento dado le cortaron el suministro eléctrico a la Corte, pero se restauró la electricidad con generadores de diesel.