Aprehendieron a uno de los implicados en la muerte de dos jóvenes en Allende, municipio de Victoria.
El Siglo de Durango
GUADALUPE VICTORIA, DGO.- Fue detenido Luis Martín Hernández Márquez, de 36 años de edad, cuarto presunto responsable del brutal asesinato de dos jóvenes en Ignacio Allende, según reporta la Procuraduría General de Justicia.
A mediados de diciembre del año pasado, la Dirección Estatal de Investigación (DEI) se abocó al caso de un hecho de sangre en las inmediaciones de Ignacio Allende, donde perdieron la vida Sergio Antonio Rodríguez y Víctor Manuel Espinoza.
Ellos fueron masacrados y lapidados, luego de ser “levantados’’ del exterior de una fiesta en el ejido Emiliano Zapata, de Cuencamé, mientras que días después se logró la detención de los hermanos Mario y Óscar, de apellido Ambriz, y un hijo de uno de ellos como autores materiales de estos sangrientos hechos en la fronteriza ciudad de Piedras Negras.
INVESTIGACIÓN
Sin embargo, en la indagatoria y consignación de estos tres sujetos quedó plenamente establecida la intervención de un cuarto participante, quien logró hasta esa fecha burlar la acción de la justicia y al que se conocía sólo con el mote de “El Luisón’’.
Las pesquisas continuaron y finalmente la tarde de ayer fue detenido en una de las calles de Ignacio Allende, Guadalupe Victoria, el sujeto de nombre Luis Martín Hernández Márquez, de 36 años de edad, vecino de ese mismo lugar.
ORDEN DE APREHENSIÓN
Al igual que el resto de sus cómplices contaba con orden de aprehensión por los delitos de homicidio con las calificativas de ventaja, saña, traición y brutal ferocidad, por la forma en la que mataron a los hoy occisos, quienes contaban con 23 y 22 años de edad.
Cabe señalar que por las mismas fechas, según el archivo informativo de El Siglo de Durango, un joven de 21 años de edad, de nombre José Lorenzo Martínez Medina, fue golpeado y por ello enviado al hospital, por un grupo de jóvenes de entre quienes reconoció a un individuo con el mote de “El Luisón”.
Estos hechos ocurrieron en el poblado Emiliano Zapata, coincidentemente donde se llevaba a cabo el baile y fueron “levantados” los dos jóvenes asesinados.
