El Universal
Washington, eu.- La ONU aumentó ayer a 250 mil el número de desplazados internos que calcula hay en Kenia a causa del brote de violencia que azota el país africano a raíz de las elecciones presidenciales del pasado 27 de diciembre.
La portavoz de la organización, Michele Montás, aseguró que esa cifra representa un “significativo incremento” respecto a los cien mil calculados hasta el jueves.
Además, la organización cree que otras 5 mil 400 personas han cruzado la frontera con Uganda a causa de la violencia y que, de una u otra forma, ese brote ya ha afectado a entre 400 mil y 500 mil personas.
Ante esa situación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, solicitó ayer al presidente keniano, Mwai Kibaki, y al líder opositor, Raila Odinga, en sendas conversaciones telefónicas que eviten la propagación de la violencia, reveló Montás en una conferencia de prensa en la sede de la organización en Nueva York.
“En ambas conversaciones, el secretario general instó al retorno a la normalidad y llamó a los líderes políticos a resolver sus diferencias mediante el diálogo”, agregó.
Catorce relatores especiales de la Organización de las Naciones Unidas expresaron ayer en Ginebra su preocupación por la espiral de enfrentamientos que consume al país africano y por la consiguiente crisis humanitaria que puede crear esa violencia.
“Deseamos expresar nuestra más profunda preocupación por los sucesos ocurridos en Kenia en los últimos días a causa de la oposición a los resultados electorales. Estamos especialmente desalentados por la trágica pérdida de vidas humanas, las numerosas víctimas y la destrucción de las propiedades y las infraestructuras”, indicaron en una declaración conjunta.
Por otra parte, Michele Montás aseguró que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tiene previsto proporcionar comida a través de la Cruz Roja keniana a unas cien mil personas desplazadas en la región del Rift, en el norte del país.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también entregará productos de primera necesidad como agua, jabón y servicios sanitarios a unos cien mil desplazados internos, especialmente mujeres y niños.
Más de trescientas personas han muerto por los disturbios políticos y tribales que estallaron el sábado pasado a causa del retraso en conocerse los resultados de los comicios, que se multiplicaron al día siguiente al hacerse público el escrutinio oficial.
La Comisión Electoral otorgó la victoria a Kibaki, con el 46.38% de los votos, mientras que Odinga recibió el 44.03%.
La Oposición keniana ha exigido la repetición de los últimos comicios porque considera que Kibaki fue reelegido con un millón de votos fraudulentos.