China arreció las críticas al presidente Nicolás Sarkozy por reunirse con el Dalai Lama cuando un diario calificó al mandatario de "arrogante" este lunes, un día después que Beijing presentó una protesta al embajador francés.
Beijing se ha opuesto desde siempre a las reuniones entre mandatarios extranjeros y el líder tibetano en el exilio, pero los calificativos duros y el malestar oficial surgen ahora que China endureció su política hacia la región del Himalaya e intensifica los esfuerzos por aislar al Dalai Lama en la comunidad internacional.
Las relaciones de China con Francia han sido particularmente hoscas sobre el asunto del Tíbet desde abril, cuando miles de simpatizantes protibetanos protestaron en las calles de París al tiempo que la llama olímpica pasaba por la ciudad en su recorrido mundial. Algunos chinos plantearon boicotear productos franceses, pero en general esas iniciativas fueron ignoradas.
Sarkozy se reunió con el Dalai Lama el sábado en Gdansk, Polonia, durante los festejos del 25 aniversario de la entrega del Premio Nobel de la Paz al ex presidente polaco Lech Walesa. El Dalai Lama también es uno de los condecorados con el premio. Sarkozy intentó calmar las críticas al expresar que "no hay necesidad de dramatizar las cosas".
China exigió varias veces a Sarkozy que cancelara la reunión y canceló en protesta un encuentro importante entre China y la Unión Europea.
"Ante cualquiera que sean las consecuencias de esta maniobra, el arrogante presidente francés sólo puede culparse a sí mismo. Así lo quiso", dijo el editorial del diario China Daily, publicado en inglés.
El diario añadió que la reunión "cuestiona sus anteriores esfuerzos por enmendar las relaciones, así como su credibilidad personal".
El domingo, el viceministro chino de Relaciones Exteriores, He Yafei, convocó al embajador francés en China, Herve Ladsous, y le indicó que la reunión fue una "una intervención inadecuada en los asuntos internos chinos y había lastimado gravemente los sentimientos de la población china".
