El Senado de la República aprobó, con 107 votos a favor y sólo 3 abstenciones, la reforma constitucional que establece un nuevo formato para el Informe Presidencial.
Se confirma que el presidente de la República no estará obligado a presentarse el 1 de septiembre en el recinto del Congreso para entregar personalmente su Informe, pero se crea lo que se llama la “pregunta parlamentaria”.
Los legisladores analizarán el Informe que reciban del Ejecutivo y, de tener alguna duda, le enviarán su pregunta por escrito para que la responda por el mismo medio en un plazo de 15 días.
Además, el Legislativo podrá citar a cualquier integrante del Gabinete Legal o Ampliado para que comparezca bajo protesta de decir verdad.
En caso de falsear información, el servidor público sería sancionado en los términos que establezca la Ley.
La minuta de reforma constitucional fue regresada a la Cámara de Diputados, para que la revise y vote los cambios hechos por el Senado.
Hay que recordar que los diputados ya habían modificado el 69 constitucional, pero en el Senado se consideró que era necesario ampliar el concepto de rendición de cuentas.
Otro de los temas relevantes aprobados ayer por el Senado en su primer día del periodo extraordinario de sesiones fue la eliminación del llamado “veto de bolsillo”, para garantizar que ninguna Ley aprobada por el Poder Legislativo se quede en el cajón o sea frenada por el Ejecutivo.
Además se aprobó la “iniciativa preferente” para el presidente de la República, con la cual el Ejecutivo podrá enviar al Congreso de la Unión, con la etiqueta de “preferente” hasta dos iniciativas para que obligadamente sean dictaminadas y votadas por el Poder Legislativo en el periodo en que las haya recibido.
Si transcurrido el plazo, el dictamen no se hubiese presentado, entonces los presidentes de cada Cámara (Diputados y Senadores) deberán poner a consideración del pleno la iniciativa del Ejecutivo Federal.
Estas dos últimas iniciativas también tendrán que ser ratificadas por la Cámara de Diputados.
