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Nació justamente en la ciudad donde se firmó el Protocolo Internacional más importante para reducir las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI). Es por ello que lleva el nombre de Kioto y en su funcionamiento el objetivo justamente de no contaminar la atmósfera.
Es un carro eléctrico que funciona con energía solar diseñado para recorrer cortas distancias, así “como para transitar dentro de la ciudad, para ir al mercado por ejemplo”, dice el vicepresidente del Laboratorio de Negocios de Empresa de la Universidad de Kioto, Kazumi Matsushige, responsable del proyecto y quien detalla que el máximo de velocidad de este automóvil es de 50 kilómetros por hora.
Desarrollado por la Universidad de Kioto y con la colaboración de ocho empresas, Kioto Car Project se perfila como una de las iniciativas más innovadoras y amigables con el medio ambiente, no sólo para esta región, sino como producto de exportación, para diversos países del mundo, entre ellos México, que pretende intensificar la cooperación con Japón para combatir el cambio climático, producido por el calentamiento global a causa de las emisiones de GEI.
No obstante, los investigadores, muchos de ellos alumnos, precisan que este carro tiene un mejor funcionamiento en ciudades pequeñas o medianas sin exceso de población. El carro, además de tener celdas solares en el techo con el objetivo de recargar la batería, cuenta con una carrocería de bamboo y materiales biodegradables en su interior.
Kyoto Car Project es definido como la fusión entre alta tecnología y cultura tradicional, debido a que mezcla estos componentes en su diseño. Kazumi Matsushige comenta que el precio actual de este automóvil se aproximaría a 200 mil pesos, pero asegura que con la participación de las empresas y los gobiernos el precio podría reducirse.
Reveló que a través de la cooperación multilateral diferentes gobiernos del mundo están interesados en el proyecto.
