El nuevo presidente de Guatemala asumirá el poder mañana lunes.
Álvaro Colom está a punto de tomar posesión como presidente de Guatemala y poner en marcha un plan de emergencia de cien días, pero advierte que los cambios en este país “conservador” no pueden ser radicales.
“Como presidente estoy consciente que los cambios tienen que ser firmes, pero graduales y que no se pueden dar cambios radicales. Guatemala es un país conservador y tradicional, y queremos el cambio, pero queremos un cambio sin más violencia”, dijo.
“Otra metodología llevaría a la confrontación y la polarización que es lo que queremos evitar”, señaló.
Colom tomará posesión mañana lunes y se convertirá en el primer presidente socialdemócrata en los últimos 50 años en Guatemala.
Aunque el 46 por ciento de los guatemaltecos cree que el nuevo Gobierno mejorará la situación del país, la llegada de un presidente de centroizquierda ha levantado preocupaciones entre los sectores más conservadores del país, que entre 1960 y 1996 sufrió una guerra civil en la que rebeldes marxistas buscaban derrocar a una serie de gobiernos castrenses o de derecha.
Consultado sobre si su Gobierno formará parte del bloque de países encabezado por Venezuela bajo el mando de Hugo Chávez, Colom prefiere guardar distancia.
“América Latina está tomando un camino único. Cada país busca su modelo y lo está encontrando. Yo valoro mucho que cada país busque su modelo y que no sea una receta misma para todos”, dijo.
En el caso de Guatemala, “pretendemos ser la punta de lanza con un modelo socialdemócrata en que aunque los principios sean los mismos: solidaridad, igualdad y justicia social la forma de aplicarlo sea muy a lo guatemalteco”, añadió.
Colom espera reunirse con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez después de la toma de posesión. Hablarán de la posibilidad que Guatemala se beneficie de la oferta de Venezuela para adquirir combustibles con planes de financiamiento de bajos intereses.
Sin embargo, dijo que antes consultarán con los sectores guatemaltecos del rubro “para asegurarnos que no sea un mecanismo que interfiera en el mercado”, añadió.
Entre los principales retos del nuevo mandatario está controlar la delincuencia que dejó en 2007 un total de 5 mil 781 asesinatos.
Colom ofreció que en los primeros cien días de mandato, lograrán reducir la percepción de inseguridad y en ocho meses tendrán bajo control a la delincuencia. “Si tenemos un impacto fuerte es seguro que habrá una reacción de las mafias de narcotráfico y robacarros. Creemos que en los primeros cuatro meses será lo peor”, añadió.