En México, la educación en general, y la educación pública en particular, son motivo de duras críticas y preocupación social desde hace mucho tiempo; en muchos otros países se sufre del mismo problema pero el mal de muchos, no debe ser el consuelo de tontos.
Las escuelas y sus maestros enfrentan una gran exigencia social y una demanda de efectividad en su trabajo, sin embargo, los esfuerzos que se han hecho por mejorar y los pactos que se han firmado, no satisfacen ni atenúan la opinión negativa. La crítica hacia la educación y los señalamientos por su muy bajo rendimiento, no han hecho que se den cambios integrales en la estructura, organización y formas del trabajo del sistema educativo. La insatisfacción social en este campo, se ha convertido en una inconformidad que ya se ve casi “normal”.
La autovaloración es importante, pero no suficiente, los maestros debemos conocer la opinión de quien recibe nuestro servicio, de quien resultará beneficiado o perjudicado por la calidad de nuestro trabajo, esto, ayuda a superar deficiencias. Los reclamos debemos verlos como solicitudes de un mejor servicio y deben motivarnos para identificar áreas de oportunidad de mejora. No basta con que el maestro estime por si mismo si esta enseñando bien, sino saber si el estudiante esta aprendiendo y cómo. Hay que reconocer también, fallas y errores que no son achacables a los maestros, el sistema educativo, su organización, procesos y servicios, es el que debe responder en su conjunto a la sociedad que le exige.
El ritmo acelerado del avance del conocimiento científico y particularmente la innovación tecnológica, han provocado la obsolescencia en información y conocimientos de grandes capas de la población. Actualmente, la escuela como institución le hace frente a otro desafío: los medios y sistemas de información y comunicación han evolucionado sin que la escuela como institución, haya cambiado sus métodos y enfoques para ponerse al día, y sin que la actitud de los lideres de los maestros sea de apertura hacia los nuevos contextos en los que hoy se desenvuelven los estudiantes.
El campo educacional es un espacio privilegiado para quienes se sienten llamados a esta desafiadora misión. La solución para lograr un sistema educativo de clase mundial tiene un papel crucial en este momento. Cierto es que la educación por si sola no puede cambiar la realidad social, económica y política de nuestro país, pero cierto es también que ninguna transformación de raíz podrá darse sin que en ella esté implícita una ardua y efectiva tarea educativa. Necesitamos un movimiento nacional de ruptura de la situación actual de la educación en el que participemos todos para transformar a la sociedad en general reflexionando sobre los contenidos que se deben enseñar, orientados no solamente al que y al como, sino también al para que. Alumnos, padres de familia, maestros y la sociedad entera, debemos definir cuanto de cada uno de nosotros estamos dispuestos a dar para que este inmenso proyecto se pueda realizar.
El cambio educativo se debe dar no solamente en las escuelas, sino también en el seno de la familia y en el entorno en el que nos desarrollamos porque la educación no se agota en el aula del maestro, la persona en desarrollo, aprende de todo, de todos y en todas partes. El padre de familia, la madre y los maestros, son quienes tienen influencia directa para educar y deben influir en la voluntad del educando motivándolo para que quiera crecer, para que quiera realizarse a si mismo, para que quiera ser lo que es capaz de ser ayudándolo a que descubra sus aptitudes y posibilidades para que realice lo que siente que puede y debe ser.
Debemos abrir canales a la participación y a la corresponsabilidad, conocer la opinión de alumnos, padres de familia y maestros, a nivel de grupo, a nivel de plantel, recibir sugerencias y establecer formas de colaboración para sumar esfuerzos. Rescatar el sentido de la humildad reconociendo que siempre se puede mejorar, que la mejora continua es posible si existe un compromiso firme de todos los interesados. El trabajo en equipo para resolver este problema, es un camino que vale la pena transitar.
Correo electrónico: jgonzalez2001@hotmail.com
