Más de un millar de empresarios y obreros de la construcción marchan hoy por el centro de La Paz, Bolivia, con tractores y maquinaria pesada exigiendo al Gobierno el reajuste de los precios de los materiales de construcción. (EFE)
Unos siete mil integrantes del transporte pesado boliviano decidieron hoy parar sus labores por tiempo indefinido, hasta que el gobierno del presidente Evo Morales resuelva su petición de rebajar los impuestos al sector.
El bloqueo de caminos que realizan los transportistas de carga se radicalizó a partir de este jueves y varias ciudades bolivianas han quedado paralizadas sin que el gobierno decida conversar con los manifestantes.
En una resolución emitida desde la central ciudad de Cochabamba, los camioneros explicaron que la decisión de extender por tiempo indefinido la huelga fue adoptada frente a la 'indiferencia' del Poder Ejecutivo, que se niega a aceptar un pliego petitorio.
'No existe voluntad de parte del Poder Ejecutivo para solucionar este problema. Esta medida se cumplirá estrictamente en todos los departamentos que ya habían iniciado los bloqueos, como Tarija, Potosí y Chuquisaca', señaló el pronunciamiento de los choferes.
A causa de la protesta, casi todo el país ha quedado paralizado, mientras en la región de Potosí, donde la población simpatiza con el gobierno de Morales, los transportistas fueron agredidos por campesinos.
Mediante un acuerdo de los dirigentes, se decidió acatar las decisiones tomadas por su dirigencia nacional e instalar los puntos de interrupción vehicular.
A esta paralización se sumará el transporte liviano y urbano, informó el máximo dirigente de los choferes a nivel nacional, Franklin Durán.
Otro de los dirigentes de los transportistas, Alberto Pérez, informó que los choferes exigen la reposición de un régimen impositivo tributario que los beneficiaba.
'Todos rechazamos pagar el impuesto a las utilidades (19 por ciento). No vamos a ceder en ese punto', indicó.
En las ciudades de La Paz y Santa Cruz, en tanto, los obreros de la construcción salieron a las calles este jueves frente a la inminente paralización de obras debido al alto costo de los materiales.
Se estima que unos 100 mil constructores de ambas ciudades protestan por el alza en el precio de los materiales y exigen al gobierno reajustar los términos de contratos con entidades públicas.
El secretario general de la Cámara Boliviana de Construcción, Jorge Quiroga, dijo que de manera inicial llegaron a algunos acuerdos con el ministro de Hacienda, Luis Arce Catacora, pero éstos quedaron en 'stand by' porque el gobierno subió los precios.
