La Procuraduría General de Justicia del Estado ha logrado la detención de varios ladrones de casas habitación y autpartes.
JUSTICIA
Otro amante de lo ajeno que dejaba el botón en casas de empeño, primero se hacía pasar por chofer de taxi para engañar a los habitantes mientras husmeaba.
Durango. Diferentes aparatos electrodomésticos, joyería y dinero, son parte de los objetos que lograba sustraer Apolonio Medrano Medrano, de 23 años de edad, de los diferentes domicilios a los que logró introducirse utilizando sus habilidades como ladrón. Sus principales atracos los perpetró en fraccionamientos de la periferia como el San Juan, San José, Nuevo Durango I y II; ya fue detenido por la Dirección Estatal de Investigación para que se investigue su caso y se determine la cantidad de robos en los que estuvo involucrado.
Amante del volante, y de lo ajeno. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó ayer sobre la detención de Apolonio, que al momento de proporcionar sus primeros datos confirmó que tiene su domicilio en la calle Hermandad de la colonia Constituyentes; dijo dedicarse como actividad diaria a llevar pasaje a bordo de su taxi, pero se le adjudican por lo menos una decena de robos a casas habitación pues gran parte de su tiempo lo dedicaba realmente a estudiar las viviendas en donde cometería su próximo ilícito.
Pasaba desapercibido. El reporte de la PGJE indica que Apolonio lejos de emplear su vehículo para trabajar honradamente, lo usaba para deambular por las colonias y fraccionamientos de la periferia de la ciudad, así estudiaba los movimientos de sus propietarios y determinaba las horarios en los que podría cometer el robo ya con la certeza de que estaban solas. Primero procedía a violentar las chapas y las cerraduras para luego entrar y apoderarse de cuanto objeto de valor se encontraba.
Botín al empeño. Dentro de los artículos que robaba de las casas en las cuales lograba introducirse, Apolonio sustrajo joyería, televisores, refrigeradores, tanques de gas, microondas y otros electrodomésticos; los cuales posteriormente vendía a precios mucho más bajos que su valor real y los empeñaba en casas de empeño o bazares. Las indagatorias de la PGJE apuntan a que los artículos terminaban principalmente en establecimientos conocidos como El Premio Mayor y en la Casa de Empeño Oriente, ubicada en prolongación Pino Suárez de esta ciudad.
A este solitario y hábil ladrón se le ha comprobado la autoría de por lo menos una decena de robos a casas habitación de los fraccionamientos San Juan, San José, Nuevo Durango I y II, pero no se descarta que en su momento haya operado en otras colonias de la periferia; luego de su detención fueron asegurados los aparatos en los que ya había irrumpido a lo largo de su trayectoria como ladrón.
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Atracos por lo menos son los que se le adjudican a Apolonio Medrano Medrano, los cuales cometió en los fraccionamientos San Juan, San José y Nuevo Durango I y II.
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Años de edad y Apolonio tendrá que responder ya ante la justicia por los robos que se le han comprobado, principalmente de joyas y electrodomésticos.
El detenido usaba su taxi para circular por las colonias y fraccionamientos en los que cometía sus robos, así pasaba desapercibido hasta que determinaba el momento oportuno.
Cuando huía de la escena del delito, seleccionaba los aparatos y las joyas que llevaría a las casas de empeño en donde le tomaban los artículos que formaban parte del botín.
Con la detención de Apolonio, se logró también el aseguramiento de los artículos que había llevado a empeñar, eran televisiones, microondas y demás aparatos.
Se dedicaba a robar tubería de cobre, fue aprehendido en plena flagrancia
Durango. José Eduardo Guereca Chávez, de 21 años de edad, es un obrero que tiene su domicilio en la colonia Insurgentes de esta ciudad; fue detenido a petición de José Cruza Arreola al señalarlo como el culpable de robar varios tramos de tubería de cobre en el fraccionamiento Atenas, ubicado en el antiguo camino a Contreras. El presunto ladrón quitaba el cobre de las casas en construcción del fraccionamiento, pero fue descubierto en flagrancia por el dueño de la constructora encargada de la obra, quien de inmediato solicitó el apoyo a los elementos de Seguridad Pública Municipal que cuando llegaron al lugar indicado procedieron a la detención. A José Eduardo se le aseguraron dos mochilas en cuyo interior estaban varios tramos de cobre que ya tenía en su poder, aunque la cantidad exacta no fue notificada, por tal motivo fue remitido a la cárcel municipal y puesto a disposición de las autoridades correspondientes por la responsabilidad que les resulte.