El PRD estaría de acuerdo en que Lázaro Cárdenas Batel se convirtiera en director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), pero no en este momento sino en 2012, “cuando ganemos las elecciones”, dijo el senador Graco Ramírez, presidente de la Comisión de Energía.
La idea de que el nieto del general Cárdenas, quien fue autor de la expropiación petrolera, llegue a dicha dirección, le parece un acierto, porque sería garantía de la preservación de esa riqueza para los mexicanos, sin posibilidad de cederla al extranjero a través de contratos de riesgo.
Sin embargo, cree que Cárdenas Batel, quien ha sido legislador y el mes pasado concluyó su mandato como gobernador de Michoacán, consideraría esa opción sólo hasta 2012, una vez que, según el senador Ramírez, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) gane la elección de presidente de la República.
Sobre la propuesta de reforma energética perredista, el secretario de la Comisión de Energía del Senado dio por hecho que de ser aceptada por todos los partidos, reduciría los precios de las gasolinas, diesel, gas y electricidad en nuestro país.
“Por supuesto, tendríamos las condiciones para generar una estrategia que favorecería el desarrollo de la industria mexicana, el desarrollo nacional, a partir del sector energético y esto va en precios competitivos para las empresas mexicanas, para poder competir en el exterior”, señaló Graco Ramírez.
Para el perredista es indispensable una política de mediano y largo plazos, que garantice la soberanía y seguridad energética.
También, hacer efectiva la modernización de Pemex, que funcione como empresa pública bajo el control de la nación y no del presidente de la República ni del secretario de Hacienda, indica.
Otro elemento que consideró fundamental fue transparentar los ingresos de la empresa.
Los perredistas, continuó el senador Graco Ramírez, están preparados para realizar en estos términos la negociación directamente en el Congreso de la Unión.
Están dispuestos a platicar con sus pares, con los diputados y senadores, pero no con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quien por Ley es el interlocutor del Gobierno ante el Legislativo.
“Él sabe de petróleo porque hace negocios en Pemex, pero no tiene nada que ver con la reforma energética”, sostuvo el perredista.
