PROTECCIÓN. Vecinos señalaron que con reductores de velocidad o con bayas en la carretera, se terminarían los problemas en el fraccionamiento.
Con derrapes y llantas marcadas es como quedan las calles del fraccionamiento Campanario, en Gómez, después de jugar a los arrancones.
Autopista
Según lo señalado por varios de los vecinos de las colonias aledañas, como lo son San Antonio y San Alberto, los fines de semana, por la noche, los jóvenes se reúnen en la entrada del fraccionamiento en mención con sus autos, para llevar a cabo competencias a toda velocidad.
Quejosos señalaron que esto se debe a que en ningún tramo se encuentran establecidos bordos o reductores que moderen la velocidad a la que circulan los automovilistas.
Vigilancia
Aproximadamente un kilómetro es la distancia que recorren con sus autos para los arrancones que organizan.
Afectados manifestaron que no hay personal de vigilancia suficiente que ronde por el fraccionamiento Campanario.
Explicaron que en algún momento pueden causar un accidente, ya que con el exceso de velocidad al que manejan no les da la oportunidad de frenar a tiempo.
Quejosos hacen un llamado a las autoridades correspondientes para que instalen reductores de velocidad en las calles del fraccionamiento.