Un riesgo para los conductores representa el circular por la carretera a Santa Fe, debido a que la obra de ampliación está incompleta. (Fotografía de Fernando Compeán)
La vía carece de señalamientos, alumbrado y delimitación de carriles.
No sólo la calzada Montessori y el bulevar Centenario se quedaron como “obras a medias’’ por falta de recursos en esta administración municipal. También está en la misma situación la carretera a Santa Fe (calzada Juan A. de Espinoza), en el tramo del bulevar Juan Pablo II al Periférico Raúl López Sánchez, cuya ampliación quedó en la primera etapa.
Esta obra se realizó el año pasado; terminó a finales de noviembre. Del proyecto de ampliación a siete carriles en una área de un kilómetro y medio, sólo se alcanzó a invertir 2 millones de pesos para reconstruir prácticamente un cuerpo de 3 carriles que no están delimitados.
Desde el año pasado y hasta la fecha, este cuerpo de carretera no tiene marcados los carriles de circulación, de manera que los vehículos rebasan sin precaución, se echan en reversa donde quieren y como pueden. Además, transitan en sentido contrario y por las noches, la oscuridad vuelve más peligrosa la vía ya que también quedó pendiente de instalarse el alumbrado público.
Y aunque ya fue retirado el material de construcción de los alrededores y la gravilla ha sido aplanada por el paso de los vehículos, el estado de la carretera en la actualidad sugiere abandono.
Aniceto Izaguirrre Martín, director de Obras Públicas, declaró en diciembre del año pasado: “cuando menos hicimos esta etapa de una carretera destrozada y rezagada desde hace muchos años”.
Justificó el no concluir la segunda etapa de la obra por la falta de recursos económicos en 2007 y aseguró que en el presupuesto de 2008 posiblemente se programaría. Aseguró que tal vez en febrero se podría licitar la segunda parte de la carretera.
Y para quienes circulan por esa rúa, que es la entrada a varios fraccionamientos nuevos y el cruce obligado de quienes transitan por del Juan Pablo II hacia el Periférico, la situación no ha mejorado debido al desnivel entre el carril nuevo y el viejo, el pavimento poroso, así como la gravilla y la falta de marcado de carriles.
No hay señalamientos informativos ni preventivos que alerten tanto a peatones como a conductores de las condiciones de inseguridad en las que se encuentra la vialidad, que registra un considerable tránsito vehicular sobre todo de transporte público.
La obra fue realizada por la constructora Jibe, que sólo terminó uno de los cuerpos, desde el bulevar Juan Pablo II hasta el Periférico. La ampliación total de la vialidad representaría una inversión de siete millones de pesos y sólo así se lograrían siete carriles, tres de ida, tres de regreso y un carril al centro para dar vueltas protegidas.
Mientras no se realice la segunda etapa de la modernización de esta importante vialidad, seguirán pendientes también el alumbrado público y la nomenclatura.
Incompletas
Son varias las obras públicas que se han quedado “a medias” por falta de recursos.
■ Calzada Montessori (antes bulevar Tajito Las Villas).
■ Bulevar Centenario (antes carretera La Unión-La Partida) .
■ Paseo Turístico y Cultural Canal de la Perla.
■ Carretera a Santa Fe (calzada Juan A. de Espinoza), tramo JP II-Periférico.