Unos cuantos envases de cerveza acompañaban a un matamorense en su recorrido a su hogar, pero el efecto del alcohol nubló la vista del joven conductor ayer un poco antes de las 12:00 de la mañana.
Pasó el límite
El Sentra, de color arena, transitaba sobre la carretera Dolores-Finisterre, en Francisco I. Madero, para retomar la carretera Torreón-Madero y dirigirse a su hogar en Matamoros. Según elementos del Ministerio Público Juan Carlos de los Santos Santoyo, de 37 años, conducía bajo la influencia del alcohol, ya que algunos testigos dijeron que el Sentra iba zigzagueando por la carretera. Cuando Juan Carlos llegó al kilómetro 21+500 sus ojos se cerraron y el volante poco a poco viró a su lado derecho hasta invadir el carril de sentido contrario.
Dejó todo
Un camión de carga de piedra caliche iba sobre la misma carretera en la que conducía Juan, pero en dirección contraria, ya que iba hacía al ejido Finisterre, de Madero, cuando llegó al tramo El Cantaro-Finisterre, el kilómetro 21+500, un auto se estrelló contra el. Según elementos de la Policía Estatal de Francisco I. Madero, el conductor del camión huyó del lugar de los hechos dejando abandonado al conductor del auto, quien impactó el frente del Sentra contra el camión. Los paramédicos de la Cruz Roja de Madero, dijeron que al momento en que llegaron Juan Carlos ya tenía unos minutos sin vida, pues no presentaba ningún signo vital. Juan se quedó atrapado en su propio auto y recibió fuertes golpes en todo su cuerpo especialmente en la cabeza lo que le ocasionó una muerte instantánea.
Trasladado
El conductor originario del ejido 20 de Noviembre, en Matamoros, fue esxtraído del auto en el que quedó prensado con ayuda de las “quijadas de la vida”. El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense, Semefo, en San Pedro, para practicarle la necropsia de ley.
Confiscados
Los elementos de la Policía Estatal de Francisco I. Madero, confiscaron tanto el camión y su cargamento así como el automóvil Sentra, que por la fuerza del impacto quedó inservible y los dos fueron trasladados uno por uno por una grúa al corralón.