'Con estos pensamientos nos acercamos en esta noche al Niño de Belén, a ese Dios que ha querido hacerse niño por nosotros', dijo el jefe máximo de la Iglesia Católica durante la homilía. (AP)
El papa Benedicto XVI exhortó al mundo católico a recordar el nacimiento de Jesús para defender a los niños de la actualidad, que en ocasiones son sometidos a abusos como la violencia familiar o su utilización como soldados o en la pornografía.
"Pensemos en aquellos niños a los que se les niega el amor de los padres; a los niños de la calle que no tienen el don de un hogar doméstico; a los niños que son utilizados brutalmente como soldados y convertidos en instrumentos de violencia, en lugar de poder ser portadores de reconciliación y de paz", dijo Benedicto XVI.
El Papa llamó también a defender a "los niños heridos en lo más profundo del alma" que han caído víctimas de la industria de la pornografía y de todas las "otras formas abominables de abuso".
"A un corazón vigilante se le puede dirigir el mensaje de la gran alegría: En esta noche ha nacido el Salvador", afirmó el Papa en alusión al nacimiento de Jesús, que da origen a la festividad cristiana de la Navidad.
Según la tradición cristiana, Jesús nació en Belén hace alrededor de dos mil, cuando la ciudad estaba bajo dominación romana.
"Con estos pensamientos nos acercamos en esta noche al Niño de Belén, a ese Dios que ha querido hacerse niño por nosotros", dijo el jefe máximo de la Iglesia Católica durante la homilía de la tradicional Misa de Gallo en la Basílica de San Pedro.
"En cada niño hay un reverbero del niño de Belén. Cada niño reclama nuestro amor", agregó.
En alusión a los conflictos del Medio Oriente, el pontífice convocó a los fieles a rogar a Dios para que traiga la paz al "pueblo que lleva el nombre de Belén".
El texto completo de la homilía fue difundido en español y otros idiomas horas antes de la homilía por la casa editorial de El Vaticano.
El papa Benedicto XVI encendió hoy el Cirio de la Paz en la ventana de su apartamento, que da a la plaza de San Pedro del Vaticano, poco después de que se descubriera el monumental Portal de Belén levantado en el recinto vaticano, delante del obelisco.
La inauguración del Portal de Belén y el encendido del cirio son los dos ritos tradicionales con los que dan comienzo las celebraciones navideñas en el Vaticano.
El Portal de la Plaza de San Pedro de este año está ambientado en la Belén de aquella época. El pesebre donde nació Jesús ha sido colocado en una humilde posada, cubierto de haces de leña, y en un rincón de la muralla de Belén.
Al fondo del portal se ven una torre y un gran portal, así como varias casas de campesinos construidas a lo largo de la muralla.
El Belén cuenta con una veintena de figuras, todas a tamaño natural, provenientes del Portal de Belén que fue realizado en 1842 en la iglesia romana de San Andrés della Valle por San Vicente Palotti.
El portal fue inaugurado por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, que encendió también un cirio de la paz y abogó para que esa luz sea un dono de esperanza para el mundo, y por el gobernador del estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giovanni Lajolo.
Con la ambientación del portal en Belén se vuelve a la tradición, después de que el pasado año el Nacimiento fuera ambientado en Nazaret y no en la ciudad palestina, como indica la tradición cristiana.
El portal del pasado año se inspiró, según explicaron fuentes vaticanas, en el Evangelio de San Mateo, que sitúa el nacimiento de Jesús en la casa de José en Nazaret, mientras que en los de San Lucas, San Marcos y San Juan se describe la Natividad en Belén.
El Portal de Belén del pasado año levantó perplejidad en algunos ambientes religiosos.
Al lado del Portal ha sido colocado el tradicional árbol de Navidad, que este año ha regalado al Papa la región de Baja Austria, que ya fue encendido oficialmente el pasado 13 de diciembre en una ceremonia presidida por el cardenal Lajolo y por Erwin Proll, primer ministro de Baja Austria.
Se trata de un abeto rojo de 120 años y 33 metros de altura, lo que le convierte en el árbol más alto hasta ahora colocado en la plaza de San Pedro junto al Belén.
Ha sido decorado con unas dos mil bolas amarillas y blancas y coronado con una gran estrella.
Una vez que concluyan las fiestas, el abeto será usado para fabricar con su madera juguetes para niños, así como bancos de parques y de escuelas, en la línea ecologista que predica Benedicto XVI.
Además de este abeto, Baja Austria también ha regalado al Vaticano unos 40 abetos más pequeños que decoran ya el apartamento del Papa, el Aula Pablo VI, la Sala Clementina y otras estancias vaticanas.
Durante toda el día, numerosos grupos de personas, especialmente grupos de niños, se acercaron hasta el lugar para cantar canciones navideñas delante del portal.
La tradición de instalar un Belén en la plaza de San Pedro, junto al obelisco, comenzó en 1982 por deseo del papa Juan Pablo II.