“Qué bueno que se acabaron los compadrazgos”. Así juzgó el ex presidente nacional del PAN, Manuel Espino, la salida del senador coahuilense Guillermo Anaya de la secretaría general del PAN.
Considerado ajeno al grupo político del presidente Felipe Calderón, quien es compadre de Anaya, Espino no vaciló en dar este juicio sobre el reciente relevo en la segunda posición del PAN nacional.
Sin embargo, prefirió no abundar en esa opinión durante una entrevista con la Asociación de Editores de los Estados. También fue cuestionado sobre el PAN en Coahuila, pero rechazó opinar sobre las elecciones al Congreso local en octubre.
“No me voy a meter en esos temas. No soy ni el vocero del PAN, esas cosas las tiene que decir el PAN”, dijo.
Espino fue entrevistado sobre su libro “Señal de alerta: advertencia de una regresión política”, en el que alerta sobre el poder del senador priista Manlio Fabio Beltrones y el avance de grupos políticos que sólo buscan privilegios.