Los celtas son una cultura que se expandió por la costa normanda en Francia, las islas británicas e incluso la costa Norte de España. Gente de tierras frías para quienes el Sol era uno de los ejes fundamentales de sus vidas.
Dependiendo del país, religión y tradiciones, la llegada del Año Nuevo se festeja de diversas formas, y hasta en diferente fecha, alrededor del planeta.
El bien vence al mal, el conocimiento a la ignorancia, la luz a la oscuridad. En el Diwali es tiempo de compartir, de mostrar felicidad, al menos por cinco días.
Lo llaman también el Festival de las Luces (aunque unos dicen que sólo es el tercer día del Diwali) y de otras maneras, según donde se celebre en la India. Al cuarto día, el año lunar vuelve a iniciar su ciclo. Para muchos hindúes se trata de su fiesta de Año Nuevo.
Los petardos revientan. Miles de lamparillas de barro (diyas) encendidas con aceite (aunque ahora ya hay quienes compran lamparitas eléctricas) se colocan en las calles, en los balcones, en las habitaciones, en la entrada de las casas.
Por fin, la luz alumbra el camino del conocimiento; se agradece y ofrenda a Lakshmi, la diosa de la abundancia, por los favores recibidos y por los que llegarán, sobre todo cuando se espera emprender nuevo negocio.
Las lamparitas le facilitan el camino para llegar a los hogares bendecidos, por eso en la noche se abren las ventanas y las puertas de las casas, a la vez que se liberan mantras para guiarla en su viaje.
A la salida del Sol hombres y mujeres de todas las edades se lavan la cabeza a modo de ritual para purificarse. Dicen que surte el mismo efecto que si lo hicieran en el Ganges.
Estrenan ropa, regalan dulces y joyería a las mujeres -de preferencia de plata-; decoran sus casas con hojas de mango y caléndula a la entrada, dibujan rangolis en los pisos (motivos tradicionales hindúes) con polvos de colores para recibir a los invitados, como deseos de buena suerte.
El Diwali se celebra entre octubre y noviembre. En 2009 comenzará el 17 de octubre.
NUEVA ZELANDA, ANTES QUE NADIE
La línea internacional del tiempo es una frontera imaginaria que corre en el Océano Pacífico de Norte a Sur y que determina el cambio de fecha.
Nueva Zelanda está en el primer huso horario junto a esa línea imaginaria, así que es -junto a las islas Fiji y la península de Kamchatka- el primer territorio del planeta en recibir el Año Nuevo, por ejemplo, 16 horas antes que en México.
No es poca cosa y los “kiwis” (como se llaman los neozelandeses a sí mismos) lo saben. Además en el hemisferio Sur es verano, así que el clima se presta aún más para festejar.
El Rhythm and Vines 2008 es uno de los más populares reventones de Año Nuevo que se celebra en la bahía de Gisborne, 300 kilómetros al Sur de Auckland, se presentan DJ y bandas del país e internacionales. www.rhythmandvines.co.nz
Mientras que el Festival Prana de Año Nuevo va por su edición 11, es un evento que dura cinco días para recibir el Año Nuevo con música, arte, baile, gastronomía y clases de actividades circenses, yoga y meditación.
La sede del Festival Prana es el Retiro PRANA, en Opoutere, 15 kilómetros al Norte de Whangamata, entre majestuosos árboles Pohutakawa –que es el típico de Navidad en Nueva Zelandia-, floreando en rojo, por si fuera poco, la playa del lugar es virgen. www.prana.co.nz
El carnaval de Caroline Bay -a 100 kilómetros de Christchurch- tiene una gran selección de actividades y entretenimiento, además de fuegos artificiales.
Es un evento más tranquilo, apto para familias. Hay juegos mecánicos, conciertos gratuitos, golf miniatura, trampolín bungee, paseos en trenecito y concursos de talento. www.carolinebay.org.nz
TRES DÍAS DE FESTEJOS EN TÍBET
En el primer plenilunio del año el calendario marca el inicio del Año Nuevo tibetano o “Losar”. Esta vez los festejos serán del 25 al 27 de enero -según el huso horario de la región del mundo en que se viva- para recibir el 2136, año de la Buey (sí, en femenino).
Losar comienza en el primer día, del primer mes del calendario lunar. En Asia las celebraciones son de tres días, aunque en países de Occidente se ha reducido a sólo uno.
Se acostumbra el intercambio de regalos, estrenar ropa, adornar las casas y los monasterios con banderillas de oraciones inscritas. La gente va a purificarse a los templos, a ofrendar y a orar.
Los monjes dirigen los rituales. Se formulan cantos y danzas tradicionales, con grotescas máscaras para ahuyentar a los espíritus malignos. Se blanquean las casas y se preparan unas bolitas de pasta rellenas con ingredientes secretos que evidencian aspectos positivos o negativos de la persona que los abre. Se bebe un tipo cerveza llamada chang.
En Lhasa, el palacio de Potala y el templo de Johkang se colman de turistas y devotos.
En México Casa Tibet organiza algunos eventos abiertos a todo público para este día: representaciones teatrales, meditaciones budistas, rituales y un coctel al final. La información estará disponible hasta enero (teléfono: 5511 0802. www.casatibet.org.mx)
ESCOCIA Y SU HERENCIA CELTA
Los celtas son una cultura que se expandió por la costa normanda en Francia, las islas británicas e incluso la costa Norte de España. Gente de tierras frías para quienes el Sol era uno de los ejes fundamentales de sus vidas.
Hoy nos quedan reminiscencias de su cultura gracias a las leyendas y a su música tan alegre y característica.
Adoran al Sol: para ellos -y con toda lógica- el fin de año era marcado por el final del verano, tiempo en el que las heladas y nevadas traerían la fertilización para que en primavera renaciera la vida.
Edimburgo, la capital escocesa organiza cada año el festival Samhuinn mantiene viva la tradición celta y convoca a un gran número de personas.
Desde el famoso castillo de Edimburgo, una procesión parte liderada por el Rey del verano quien se bate en un duelo con el Rey del invierno en la plaza del parlamento.
Dada la fecha en que ocurre -1 de noviembre- los escoceses odian que su festival se confunda con las tradiciones de Halloween. En sus propias palabras, por lo tradicional de su festejo se sienten más cercanos al “Día de muertos” de México.
La fiesta acaba por la noche con música y baile en la Roxy Art House.
En 2009 le toca al buey
El Año Nuevo Chino es una de las fiestas más significativa para el pueblo oriental, la fecha en la que se celebra cambia dependiendo de la Luna.
Esta ocasión entrará el 26 de enero de 2009 y el animal que lo representa es el toro, que de acuerdo con las creencias de este ancestral pueblo, será un año de prosperidad, de un despertar, de un sentimiento de apego y amor por la tierra.
Los chinos se alistan pegando en sus puertas “coplas de primavera”, son rollos y cuadros de papel escritos con palabras de buen augurio tales como: buena suerte, riqueza, longevidad y tiempo de primavera.
La comida juega un papel importante, muchos de los platos que se preparan son considerados como símbolos de buena suerte, por ejemplo, el pescado representa la abundancia, la cebolla eternidad y la carne unión, también el arroz es para desear, avance en sus proyectos.
Otro ritual que no puede faltar es prender las linternas rojas, las calles, comercios y casas, se ven tapizados por estas bolas de papel, la gente que tiene un poco más de dinero utiliza de seda, y anuncian que el Año Nuevo está por llegar.
Una de las cosas más espectaculares durante esta festividad son las danzas del dragón y del león. Las cabezas de esas temibles bestias supuestamente ahuyentan el mal.
También se hace un desfile con carros alegóricos adornados con características del animal que dará vida a 2009, este espectáculo se realiza el primer día de los cinco que dura la celebración.
En México el 23, 24 y 25 de enero de 2009, un desfile recorrerá la avenida Reforma hasta el Monumento a la Revolución.