Celebran 50 años Los Pitufos
Millares de figuras de los Pitufos invadirán las calles de 20 ciudades europeas en las próximas fechas, para celebrar el 50 aniversario del cómic creado por el dibujante belga Peyo, según anunció ayer la empresa familiar propietaria de los derechos de explotación de los célebres personajes.
Las estatuillas de los entrañables duendes azules, realizadas en plástico blanco y a escala real -la altura de tres manzanas, talla de los Pitufos según su creador-, aparecerán por la mañana distribuidas por paradas de autobús, bancos, aceras o parques y podrán ser recogidas y decoradas por los transeúntes.
Las fechas y ciudades concretas en las que tendrán lugar las “invasiones pitufas” no han sido desveladas por la organización, que sí ha querido avanzar como primicia una secuencia de la nueva adaptación al cine de los Pitufos, que se encuentra en fase de producción con técnicas de animación digital 3-D.
Así, 2008 será un año teñido de azul por el amplio programa conmemorativo del “Pitufo Aniversario”, que incluye eventos como una gran muestra al aire libre, exposiciones itinerantes por varios países europeos, o la publicación de un nuevo álbum de “Los Pitufos” , algunos de los cuales se celebrarán a beneficio de UNICEF.
En sus cinco décadas de vida, los personajes de Peyo -seudónimo de Pierre Culliford (Bruselas, 1928-1992) - han alcanzado la fama mundial gracias a la repercusión de sus cómics, a las figuras coleccionables inspirados en ellos y sobre todo, a la adaptación televisiva de la serie realizada por Hanna-Barbera en 1981.
Aunque vendió los derechos audiovisuales de su obra, Peyo se reservó el control de cada uno de los 272 episodios creados para preservar su espíritu original, que marcó el imaginario de varias generaciones de telespectadores, y que no quedó exento de controversias y debates acerca de su orientación ideológica.
Los herederos del autor, su mujer e hijos, que acudieron al acto de presentación, negaron cualquier filiación política de su obra. Según afirmó su hijo Thierry Culliford, Peyo “nunca tuvo interés alguno por la política y ni siquiera leía los periódicos, aunque en sus obras plasmaba lo que percibía de su entorno”.
Un ejemplo de ello es el título Le Schtroumpfissime, que guarda similitudes con la compleja situación política de Bélgica. En él, dos comunidades de pitufos que hablan lenguas diferentes -equiparables a los flamencos y a los valones francófonos- no alcanzan ningún acuerdo cuando tratan de elegir democráticamente a su líder.
Medio siglo después de su nacimiento, los hombrecillos azules ataviados con pantalón y gorro blanco siguen vigentes y generando beneficios económicos mediante los más de 3.000 productos inspirados en ellos como juguetes, golosinas, videojuegos o discos de su banda sonora, de los que se han vendido 40 millones de ejemplares en todo el mundo.