Para que una zona sea decretada área natural protegida se requiere que existan especies raras, amenazadas o en peligro de extinción, condiciones que se dan en la Sierra y Cañón de Jimulco.
La Sierra y Cañón de Jimulco celebró ayer su quinto aniversario como Reserva Ecológica Municipal, tras la Declaratoria que se realizara el 27 de junio de 2003, durante la Administración del alcalde, Guillermo Anaya Llamas.
Susana Estens de la Garza, directora de Medio Ambiente y Ecología del Municipio de Torreón, explicó que, al declararla zona natural protegida, esto implica evitar la deforestación y saqueo, proteger la fauna y la flora de esta área, donde se ha encontrado una diversidad enorme, ya que existe incluso un bosque que no es común encontrar en una zona semidesértica.
Para que una zona sea decretada área natural protegida se requiere que existan especies raras, amenazadas o en peligro de extinción, condiciones que se dan en la Sierra y Cañón de Jimulco, donde todavía existen noas y otras plantas únicas que hace cinco años comenzaban a ser saqueadas, lo que se logró frenar gracias a las denuncias de los habitantes de esa zona, quienes incluso se convirtieron en vigilantes voluntarios.
El grupo que se encargó de gestionar la Declaratoria de la Reserva Ecológica Municipal estaba integrado por el director de Ecología en la anterior Administración, Rodolfo Walss, además de organizaciones civiles como Biodesert, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), Facultad de Agronomía y Zootecnia, Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), y Arturo y Alfonso Orona, quienes integraban la Sociedad de Producción Rural Ximulcux. Todos ellos con el apoyo del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).