El Gobierno venezolano anunció que realizará un control operacional de las instalacioes de Cementos Mexicanos en Venezuela.
Las cementeras Lafarge S.A., de Francia, y la suiza Holcim Ltd llegaron a un acuerdo para la nacionalización de sus subsidiarias en Venezuela, pero el Gobierno no pudo finiquitar un convenio con Cemex y ésta será expropiada, dijo el ministro de Energía venezolano hasta el cierre de esta edición.
“Lamentablemente al día de hoy, a este momento, no ha sido posible obtener una negociación en los mismos términos con la empresa Cemex, y tal como establece la Ley a las 12 de la noche del día de hoy vamos hacer un control operacional de las instalaciones de Cemex”, informó el titular de Energía, Rafael Ramírez.
El ministro hizo el anuncio luego que las autoridades venezolanas firmaron un memorando de entendimiento con los directivos de Lafarge y Holcim para la transferencia de la mayoría accionaria al Gobierno, proceso que se espera concluir en 60 días luego que el Estado realice los respectivos pagos.
El presidente Hugo Chávez elogió, durante un acto con simpatizantes en el estado central de Guárico, el proceso de nacionalización de las cementeras, y dijo que las tres empresas “pasan a manos del gobierno esta noche”.
Chávez aseguró que las nacionalizaciones “son pasos hacia el socialismo” que está impulsando su Gobierno.
“Ya ustedes van a ver cómo van a bajar, dentro de poco .... a bajar el precio del cemento, que es el cemento más caro del mundo. ¿Por qué? Porque están en manos privadas y le ponen el precio altísimo. Vamos a bajar los costos del cemento, los costos para la construcción de vivienda y todo eso”, agregó el gobernante.
El vicepresidente Ramón Carrizalez informó que en el caso de la filial venezolana de Lafarge el Estado comprará 89% de las acciones por 267 millones de dólares, y en Holcim asumirán una participación de 85%, paquete por el que esperan pagar “unos 552 (millones de dólares)”.
Ramírez reconoció que uno de los aspectos que afectaron las negociaciones con Cemex fue la valuación de la empresa.
“Ellos (Cemex) estaban requiriendo más de 1.200 millones de dólares. Nuestra idea de esos activos están muy por debajo de eso, y las negociaciones acordadas con Lafarge y con Holcim establecen para nosotros un piso”, acotó el ministro que encabezó las negociaciones con las cementeras.
Ramírez insistió en que el gobierno venezolano está actuando “en base a nuestras leyes”, y siguiendo los lineamientos de un decreto de nacionalización del sector cementero que emitió Chávez en junio pasado apoyado en una ley habilitante que le otorgó la Asamblea Nacional para legislar por 18 meses.
El ministro indicó que luego que el Estado asuma la filial venezolana de Cemex se procederá a realizar una “optimización de los costos” de la empresa, y atender “graves deficiencias que en materia ambiental tiene Cemex con nuestro país, (y) en materia fiscal”.
Asimismo aseguró que el gobierno respetará los derechos de los accionistas minoritarios.
Ramírez fustigó el traspaso que realizó hace dos meses Cemex de Venezuela de las acciones que tenía en las filiales del grupo en Panamá, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Guadalupe.
