Miembros de movimientos sociales y dirigentes sindicales brasileños protestaron ayer ante la Embajada de Estados Unidos en Brasilia (Brasil), al acusar a la nación norteamericana de provocar la crisis política desatada en Bolivia. Los manifestantes sembraron en los jardines exteriores de la sede diplomática 36 cruces, en memoria de los que calificaron como “caídos en la masacre” del departamento boliviano de Pando. (EFE)
Vigilan campesinos cárcel para evitar fuga del prefecto de Pando.
La Federación Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Chuquisaca, departamento del Centro de Bolivia, decidió ayer reanudar el cerco a Sucre para presionar a los prefectos (gobernadores) a firmar un acuerdo con el Gobierno.
El máximo dirigente de la Federación, Esteban Urquizu, dijo en rueda de prensa que no están dispuestos “a seguir siendo engañados” por los prefectos opositores, quienes negocian desde la semana pasada un acuerdo con el Gobierno del presidente boliviano Evo Morales.
Por esta razón, los dirigentes de los pueblos originarios de Chuquisaca instruyeron a sus bases a bloquear a partir de este lunes las cuatro vías de acceso a Sucre, capital oficial de Bolivia y sede de la Corte Suprema de Justicia, entre otros organismos. El bloqueo, precisó Urquizu, comenzará el próximo lunes a las 00:00 horas locales (04:00 GMT) en protesta porque los prefectos buscan “frenar la aprobación y firma del acuerdo. Saben que la nueva Constitución va contra sus intereses”.
El dirigente acusó a algunos sectores de los departamentos de Santa Cruz y Beni de sólo “defender sus tierras y a sus empresarios”.
El Gobierno y los opositores prefectos de Santa Cruz, Tarija, Cochabamba y Beni se reunieron la víspera para intentar alcanzar un acuerdo, pero tras varias horas de diálogo decidieron suspender la cita y volver a reunirse el próximo lunes. Una de las principales demandas de los gobernadores opositores es la inclusión de la autonomía plena para los departamentos en la nueva Constitución elaborada en los últimos meses por una Asamblea Constituyente.
Por otro lado, el grupo de campesinos bolivianos conocido como “Los Ponchos Rojos” se apostó ayer en las afueras de la cárcel donde está detenido el prefecto (gobernador) de Pando, Leopoldo Fernández, para evitar su fuga.
Catalogado como un Ejército popular con entrenamiento militar que defiende al Gobierno del presidente boliviano Evo Morales, “Los Ponchos Rojos” llegaron al penal de San Pedro, en La Paz, para fortalecer la seguridad externa del recinto.
El gobernador de Pando se encuentra preso en el penal capitalino de San Pedro acusado de ser parte de una conspiración y responsable del asesinato de al menos 16 personas, además de asociación delictuosa y terrorismo.
Fernández es sindicado como el autor intelectual de la masacre de campesinos en el departamento de Pando ocurrida el pasado 11 y 12 de septiembre y que generó un clima de inestabilidad en este país altiplánico.
