El diario principal del Partido Comunista chino instó ayer a “aplastar resueltamente” las protestas antigubernamentales de los tibetanos, mientras que el Gobierno Chino acusó al Dalai Lama de engañar a la comunidad internacional con su oferta de diálogo, al tiempo que elevó de 13 a 19 los muertos en los disturbios.
Según las últimas cifras del Gobierno tibetano, el número de víctimas mortales durante las protestas del día 14 de marzo en la capital de Tíbet asciende a 18 civiles y un policía “inocentes”, a la vez que afirma que los heridos suman 382 civiles, 58 de gravedad, y 241 policías, de los que 23 están en estado crítico.
Este balance oficial chino contrasta una vez más con el del Gobierno tibetano en el exilio, que habla de 99 tibetanos muertos, 80 en Lhasa y 19 tiroteados por la policía en la provincia de Gansú.
Los disturbios estallaron en Lhasa el día 14, después de las manifestaciones pacíficas iniciadas por los monjes budistas el día 10 para conmemorar el 49 aniversario de la insurrección tibetana contra los comunistas chinos, que causó 10 mil muertos y obligó a exiliarse al Dalai Lama y a unos 100 mil seguidores.
En un editorial publicado ayer, el “Diario del Pueblo”, portavoz del Partido Comunista de China, instó a “aplastar decididamente los actos de conspiración y sabotaje de las fuerzas independentistas tibetanas”.
El texto reiteró que “las evidencias muestran que los incidentes violentos fueron creados por las fuerzas independentistas tibetanas y planeados por la camarilla del Dalai Lama con el malintencionado propósito de socavar los Juegos Olímpicos y separar el Tíbet de la madre patria”.
El Dalai Lama lanzó esta semana una oferta de diálogo, pero en otro editorial, esta vez de la agencia oficial Xinhua, se le acusa de intentar engañar a la comunidad internacional con esta oferta.
“El truco cuidadosamente diseñado, disfrazado con palabras hipócritas, no sólo engaña a las buenas personas que no son conscientes de la verdad sino a los así llamados activistas de los derechos humanos de Occidente”, reza el texto, recogido ayer por el diario “South China Morning Post”.
Es un intento, dice, de que el Gobierno chino tenga que “cargar con la presión” de que no desea sostener negociaciones con el Dalai Lama, cuando en realidad “la puerta del diálogo está siempre abierta” si aquél “abandona su ambición de independencia”.
Y mientras las zonas conflictivas en el Tíbet y en las provincias de Gansú, Sichuan y Qinghai siguen vigiladas por miles de tropas y selladas a los medios extranjeros, la prensa estatal arremetió también contra su homóloga foránea.
En su primer página, el diario oficial en inglés “China Daily” recogió ayer las quejas de los internautas chinos por los “prejuicios” contra el Gobierno chino y las “informaciones falsas” de los medios extranjeros, entre ellos canales como la BBC y la CNN (que están normalmente censurados).
En ningún momento menciona la noticia la expulsión de los periodistas extranjeros de Lhasa ni la prohibición que pesa sobre ellos para acceder a las áreas tibetanas más conflictivas.
Cuba condena ‘cruzada’ contra Juegos Olímpicos
Cuba condenó ayer “los intentos de organizar una cruzada” con “motivaciones políticas” para que fracasen los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y se opuso a cualquier intromisión en los asuntos internos de China.
En un comunicado, las autoridades de la isla expresaron su “reconocimiento y total apoyo a los esfuerzos de la República Popular China para garantizar el éxito de los Juegos Olímpicos” y resaltaron “el insuperable espíritu deportivo” y la “gran responsabilidad” de Pekín en su organización.
“El Gobierno de Cuba condena con toda energía los intentos de organizar una cruzada para hacer fracasar este noble empeño, tras la cual se esconden motivaciones políticas”, señaló el mensaje fechado ayer en La Habana.
“A ello se suman ahora los recientes acontecimientos de corte separatista acaecidos en el Tíbet”, indicó el comunicado.
Para el Gobierno de la isla, “resulta evidente que estos disturbios han sido fraguados y promovidos desde el exterior”.