Omar Bravo encaró al árbitro asistente Marvin Torrentera, luego de que Marco Antonio Rodríguez no marcó el claro jalón que recibió dentro del área en el último minuto, pero —una vez más— su mala fama impidió que las Chivas tuvieran la oportunidad de llevarse el triunfo.
Porque, quizá como compensación, el juez central no decretó la falta que recibió el mochiteco, quien provocó el penalti que le permitió acercarse al Guadalajara, justo cuando el San Luis parecía tener el control de las emociones.
Y es que, los Gladiadores le ofrecieron una inusitada resistencia al Rebaño Sagrado en el estadio Jalisco, prueba de eso fue lo que sufrió el aún líder del Clausura 2008 para rescatar el 2-2 final.
Sí, los tapatíos continúan invictos y en el primer sitio de la clasificación general, pero anoche no hubo uno solo de sus integrantes que abandonara la cancha con una de esas sonrisas que iluminaban sus rostros hasta hace un par de semanas.
Chivas apenas ha sumado dos de las más recientes seis unidades que han disputado, lo que le ha permitido al Toluca colocarse a una de los rojiblancos.
Pero lo peor para los pupilos de Efraín Flores es que el San Luis aprovechó lo mostrado por los Tigres en la jornada anterior.
A pesar de que es un equipo que nunca deja de luchar, el Rebaño ve disminuido su potencial cuando no tiene el balón, lo que los dirigidos por Raúl Arias consiguieron hasta que Rodríguez cayó en el garlito tirado por Bravo en aquella jugada con Michael Orozco.
El 9 local se valió de su experiencia, y de un claro jalón de camiseta, para ganarle la posición al joven zaguero potosino, lo que desencadenó la reacción chiva y las atribulaciones de los Gladiadores, cuyo estratega apostó por aguantar el resultado, lo que consiguió —a medias— gracias a la falta de puntería de hombres como Alberto Medina, Javier Hernández y hasta el propio Bravo.
Eso explica las rabietas de Flores tras cada falla.
Justo cuando inicia el segundo tercio del campeonato, dos equipos han demostrado que el Guadalajara es vulnerable, aunque su corazón se mantiene inquebrantable sin importar la situación.
Y ese ímpetu le permitió ser apoyado incondicionalmente por los más de 25 mil espectadores que acudieron al Jalisco, quienes no daban crédito a lo ocurrido durante los primeros 20 minutos, ésos en los que el San Luis desnudó a las Chivas.
Más allá del talento de Alfredo Moreno, el sector defensivo de los tapatíos mostró una enorme falta de comunicación, lo que no fue explotado al máximo por sus rivales.
La habilidad, picardía y potencia del Chango contrastó con la falta de contundencia de Octavio Valdez, en cuyos botines se esfumó la posibilidad de triunfar para los visitantes.
Aunque Arias encontró en el árbitro al principal culpable por el que su equipo dejó ir una ventaja de dos goles.
Además del penalti decretado, el estratega de los potosinos se quejó por la expulsión de Orozco, pues minutos antes, El Maza Rodríguez cometió una infracción similar y Rodríguez sólo lo amonestó.
Por eso sus quejas en contra del cuerpo arbitral, al igual que las de Bravo, cuya fascinación por caerse en el área impidió que el Rebaño alcanzara más.