El cuerpo sin vida de Juan Espinosa Recio es observado por una niña, al parecer su hija.
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- El llanto y los gritos de desesperación de los familiares de un hombre que murió casi de inmediato cuando fue atropellado y lanzado a unos 16 metros por una camioneta que se dio a la huida, estremecieron a sus amigos y a los curiosos que se congregaron ayer en la esquina de la avenida Acuña y calle Fierro.
Los hechos tuvieron lugar a las 09:45 de este domingo, cuando quien en vida respondía al nombre de Juan Espinosa Recio de 45 años de edad, de oficio albañil y quien a esa hora iba a trabajar a bordo de su bicicleta de un desgastado color oro tipo montaña.
Los peritos de la Delegación de Tránsito y Vialidad, dijeron que según los testigos, una unidad motora tipo Van color gris donde iban dos jóvenes, circulaba con preferencia por la avenida Acuña de poniente a oriente cuando al llegar a la esquina de la calle Fierro de sur a norte pasaba en su bicicleta, el ahora occiso.
Según las personas que presenciaron el fatal accidente, el exceso de velocidad fue lo que provocó el percance por la falta de precaución de quienes según los testigos, “estaban de amanecida y ni siquiera repararon cuando se atravesó a su paso el pobre hombre y se dieron a la fuga”.
La Van, según informaron, era de color gris y en los espejos retrovisores de ambos lados, estaban colocadas dos banderitas de México que ondeaban a su paso. “Nada más me fijé en eso, no me acuerdo bien, pero parece que traía placas de Durango y en el vidrio trasero, traía una calcomanía con la bandera de este Estado...”, dijo una vecina.
Juan Espinosa Recio fue lanzado a unos 16 metros hacia la finca marcada con el número 373. Su cuerpo rebotó contra la pared con una fuerza tal que los golpes se centraron en su cabeza. Un probable traumatismo craneoencefálico fue la causa de su muerte.
El infortunado hombre vivía a dos cuadras del lugar donde su cuerpo quedó inerte, casi pegado a la pared del domicilio, donde manchas de sangre resaltaban en el muro gris. Fue su hermana de nombre María Guadalupe Espinosa Recio quien con gritos y fuertes sollozos, pidió apoyo a las autoridades para dar con el paradero de quienes “mataron” a su hermano.
“No es posible que esto se quede así, mi pobre hermano ahí quedó, dejando a su niña de 12 años en el desamparo, pues su esposa y madre de la pequeña, también hace un mes murió de una grave enfermedad...”, sus palabras se quebraron para dar paso al llanto.
Al lugar llegó el agente del Ministerio Público, Adolfo César Ochoa, para dar fe de los hechos. Fueron los socorristas de la Cruz Roja local, quienes manifestaron que al momento en que subieron al infortunado a la camilla, expiró.
Lenta respuesta
Fernanda de la Cruz Hernández, quien es responsable del área de Protección Civil del Comité Social de la colonia, mostró unos oficios con fechas del mes de marzo, remitidos tanto a la Dirección de Tránsito y Vialidad así como a la Dirección de Obras Públicas con el fin de solicitar para las arterias Acuña, Fierro, Lerdo, Libertad, Pabellón y Niños Héroes, la instalación de boyas, dado que por esas arterias los conductores transitan a toda velocidad.
“Desde ese mes a la fecha, no hemos obtenido ninguna respuesta y ahora que se presenta este lamentable accidente, donde murió uno de nuestros vecinos al ser embestido por una camioneta, es propicio que las autoridades atiendan esta petición para evitar la pérdida de más vidas”, manifestó Fernanda.
