Alejandra Guzmán cierra su gira con un concierto lleno de energía y entrega. (Notimex)
Como una “Reina de Corazones”, Alejandra Guzmán conquistó de principio a fin al público que salió satisfecho con la gran producción, entrega y energía que la cantante dejó sobre el escenario.
El público, quien acudió a la Arena Monterrey la noche del viernes, donde la rockera cerró su gira titulada Fuerza, se mostraba ansioso por ver una vez más a la intérprete, quien siempre estuvo en contacto con sus seguidores. La cantante invitó a los presentes a hacer lo que quisieran esa noche, a no reprimirse y a decirle si les gustaba su “show” para continuar, “al fin que es viernes, igual nos llegamos al domingo”, dijo.
Acompañada de seis músicos y dos coristas, con una producción que incluyó una pantalla gigante, antorchas encendidas, juego de luces de colores, confeti, hielo seco, serpentinas, grandes pelotas plateadas y humo, la hija de Silvia Pinal y Enrique Guzmán apareció en el escenario y cantó durante unas dos horas.
Aunque deseaban más de Alejandra, los asistentes salieron satisfechos después de disfrutar el espectáculo que algunos calificaron de “excelente” y “maravilloso”, y que los hizo olvidar los problemas que vivió la cantante este año, y de los que ella misma habló en esta presentación.
Colgada de un arnés, Guzmán apareció con una túnica blanca para cantar el tema Angeles Caídos, y al término del mismo se despojó de su atuendo para quedar con una minifalda plateada, un corset color fucsia y un saco negro con un grueso cinturón plateado. La intérprete no sólo vino y cantó en Monterrey, sino que “apapachó” a sus fans a quienes regaló la flor que traía al inicio del concierto como adorno en su cabello.
Además, eligió a un afortunado del público para pasar al escenario y acompañarla durante la canción “Diosa de la seducción”, y bailarle con movimientos sexys, mientras él estaba sentado y atado a una silla.
Recordó que hace 20 años empezó su carrera en esta ciudad en un lugar más chico, pero con todas las ganas, y dijo que esta era su primera vez en la Arena Monterrey, “en este lugar tan espectacularmente grande, pero con todo el amor que hay aquí ya lo llenamos”.
Agradeció a Dios, a su ángel de la guarda, de quien dijo debe ser muy grande, pues la ha salvado de tantos problemas que ha tenido este año: “Lo que me ha sacado adelante sin duda es su amor, su apoyo, su locura, porque en un ratito te deshacen, pero hay que sacar fortaleza”.
“No importa cuantas veces te caigas, el chiste es levantarse y en esta noche que estoy aquí contigo, no importa todo lo que tenga que vivir y pasar, lo volvería a vivir sólo por estar donde estoy ahora”, aseguró.
