Todo es información extraoficial e incertidumbre en la Conferencia del Centro de la ONEFA. Horarios sin definir, calendarios que se modifican y sedes de último momento para los juegos.
El zafarrancho ocurrido en Ciudad Universitaria hace poco más de una semana, obligó a una reestructura que terminó por afectar más a los aficionados que a los causantes del revuelo.
Primero fue el partido de Pumas CU contra Burros Blancos, que tuvo que ser realizado a puerta cerrada en Tlaxcala para evitar disturbios mayores.
Ahora será el clásico entre Pumas CU y Águilas Blancas el que tendrá que ser disputado el próximo sábado también a puerta cerrada en el estadio de los Potros en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Una decisión que no agrada a los protagonistas del tradicional encuentro.
“Creo que es una lástima todo lo que sucedió. Es una situación muy frustrante para la afición de ambos equipos porque no van a poder ir al juego por culpa de personas que nada tienen que ver con el futbol americano”, dijo indignado Alfredo Lee, quarterback de las Águilas Blancas.
El pasador aseguró que enfrentar a los auriazules siempre tiene una motivación extra aunque sin la afición, el ambiente no será el mismo.
“Es una pena que por gente nefasta se tenga que jugar a puerta cerrada el encuentro. La afición es lo que hace el clásico, la lucha de Huelums y Goyas”, añadió Lee, quien espera que su equipo sume su segunda victoria en la temporada luego de vencer en su primer partido a los Pumas Acatlán.
También hay tristeza del lado de los Pumas CU.
“A todos nos motiva ver a nuestras aficiones en el clásico, creo que el hecho de que el juego vaya a ser a puerta cerrada es injusto para aquellos que esperan un año para asistir al partido. Es muy lamentable”, comentó Francisco Alonso, quarterback de los auriazules, quien consideró lamentable que una vez más, la violencia haya opacado al fútbol americano nacional.
