Don Omar está confiado en salir bien del proceso que enfrenta.
Uno de los coacusados en el juicio por drogas y armas contra Don Omar salió airoso ayer luego que, a solicitud de la fiscalía, un juez desestimara los tres cargos que pesaban en su contra.
El fiscal José Virella solicitó el archivo de las acusaciones en contra de Luis Rodríguez Camacho debido a “la ausencia total de prueba” en su contra.
Virella indicó que la Fiscalía no procederá de la misma manera contra William Omar Landrón, nombre del pila del reggaetonero, y el coacusado Rafael Morillo Concepción, aunque reconoció que la desestimación de los cargos contra uno de los acusados debilita el caso.
“Cualquier caso donde uno archive (los cargos) contra uno de los acusados por falta de prueba... ese hecho de por sí tiende un poco a debilitar el resto del caso”, admitió el fiscal en entrevista.
“El fiscal, cuando se encuentra que no hay prueba contra una persona... tiene el deber de solicitar el archivo”, añadió.
Rodríguez Camacho, al salir de la sala del juez superior de Carolina, Angel Ramírez, le dijo a la televisora Univisión que era una situación agridulce porque está “muy contento, sí, pero tengo que pensar en mis amigos”.
El intérprete de “Reggaetón latino” dijo estar complacido con la determinación y confiado en que su caso tenga el mismo desenlace.
“Estoy bien feliz... hoy en día se comienza a hacer justicia. Estoy bien feliz de lo que está pasando, estoy bien feliz por él, bien feliz por su familia, sumamente confiado de Dios, yo creo que son muchas las emociones ahora”, dijo.
Rodríguez Camacho se encontraba en la parte posterior de la camioneta Hummer en la que el siete de septiembre de 2004 fue arrestado junto a Landrón y Morillo Concepción en Carolina, un municipio contiguo a la capital.
El futuro del intérprete de “Angelito” y Morillo Concepción está en manos del jurado.
La acusación dice que Don Omar y sus dos acompañantes fueron sorprendidos por dos agentes fumando marihuana en el vehículo y que también se les decomisó un arma de fuego, tres cigarrillos de marihuana encendidos, 13 cigarrillos y 1,243 dólares.
El trío enfrentaba cargos por posesión de sustancias controladas y por portar un arma de fuego con el número de serie mutilado y sin licencia.
De ser hallados culpables, los acusados enfrentan penas de entre cinco y 10 años de cárcel sin derecho a libertad condicional.
