Varios trabajadores intentan despejar la nieve que causó el colapso del techo de un negocio de autos. (AP)
Al menos 300 personas han muerto en los últimos diez días en Afganistán debido a la ola de frío que azota con especial intensidad el Oeste y el Norte del país, aseguró ayer el portavoz del Ministerio afgano de Salud Pública, Abdullah Fahim.
Según Fahim, las temperaturas máximas registradas en todo el país no han superado en los últimos días los siete grados centígrados bajo cero.
El portavoz explicó que entre los fallecidos se encuentran mujeres y niños y precisó que las zonas más castigadas por las bajas temperaturas son las provincias occidentales de Herat, Farah, Ghor y Badghis y las regiones septentrionales de Jawzan, Seripul, Balkh y Badakshan.
Sin embargo, el frío también se hace sentir en el Este de Afganistán, como en la provincia oriental de Ghazni, donde el grosor de la nieve caída en los últimos días ya alcanza un metro y medio, según Fahim.
El representante de la Cruz Roja en Herat, Alexander Ganz, explicó ayer que su organización ha provisto de unas 45 toneladas de comida a las zonas más afectadas de las provincias de Herat y Ghor.
Ganz añadió que las bajas temperaturas también han provocado la muerte de cerca de 50 mil animales de granja en el Oeste del país.
Según los cálculos de Cruz Roja, más 200 mil familias se han visto afectadas por la ola de frío.
Durante las dos primeras semanas de enero, otras 145 personas murieron también a consecuencia del temporal que aún está asolando el país.
En la provincia de Herat, fronteriza con Irán, se llegaron a registrar temperaturas de 25 grados bajo cero y al menos 105 personas murieron y otras 17 desaparecieron en la primera quincena del mes.
Ante estas circunstancias, los militares españoles han repartido en las últimas semanas más de cien toneladas de ayuda humanitaria para la población de Herat, provincia donde se encuentra la base española.
Suman 500 mil personas afectadas por la nieve en China
Una nueva ronda de tormentas de nieve amenazaba ayer a varias provincias chinas, mientras cuadrillas de trabajadores intentaban extraer nieve de un reciente temporal que dejó varadas a unas 500 mil personas durante la temporada de festividades más ajetreada del año.
La mayoría de ellas, trabajadores itinerantes, quedaron varadas en la ciudad sureña de Guangzhou debido a que fuertes nevadas en provincias al norte de China cortaron partes de una línea ferroviaria que comienza en la ciudad y concluye en Beijing.
Las autoridades intentaban evitar motines en Guangzhou y hallar refugio temporario para la multitud, que iba aumentando con cada jornada, a medida que más trabajadores intentaban regresar a sus hogares para celebrar el Año Nuevo chino. La festividad, que comienza el 7 de febrero, es tan importante para los chinos como las Navidades en Occidente. Para muchos obreros, es la única posibilidad que tienen de visitar a sus familias y ellos permanecen en sus hogares durante semanas.
Las tormentas, que causaron la muerte de 24 personas desde que comenzaron el 10 de enero, han causado ya pérdidas por 2 mil 500 millones de dólares, informó el Ministerio de Asuntos Civiles.