(Segunda parte)
LA OBESIDAD UNA ENFERMEDAD DE SALUD PÚBLICA...
DATOS PARA ENTENDERLA MEJOR Y QUITARNOS UN PESO DE ENCIMA
Siempre he pensado que desde hace mucho tiempo las personas nos hemos preocupado por el sobrepeso. La situación es que por muchas décadas no se le dio gran importancia a este problema porque de alguna manera se le consideraba un sinónimo de sanidad. Recuerdo cómo en mi infancia, cuando los padres tenían niños muy delgados, los obligaban a comer más pues consideraban que no se estaban desarrollando adecuadamente y por el contrario si el niño era gordito pensaban que era un niño más sano, actualmente sabemos a ciencia cierta que no es así, del concepto “obesidad” existen varias definiciones como la que dice que “es el exceso de grasa, debido a un desbalance entre lo que se come y el gasto energético”. Mi definición es que “la obesidad es el aumento del tejido adiposo en mayor proporción por la energía extra que se consumía y no se gasta”. Para propósitos prácticos puede decirse que significa lo mismo en realidad los científicos o médicos que somos especialistas en este campo la podemos definir de muchas maneras, pero lo más importante que todos debemos saber es que la “obesidad” se ha convertido en un problema sanitario, que afecta gravemente las sociedades industriales y los países en transición epidemiológica, es decir, a las naciones ricas y a las que, como México, están dejando atrás como causa de muerte las enfermedades infectocontagiosas y se están subiendo al tren de los padecimientos crónico degenerativos como la diabetes, el cáncer y las cardiopatías entre otros.
Las causas de sobrepeso, sabemos actualmente que se hallan en algunos elementos genéticos (cierta predisposición hereditaria), pero principalmente en situaciones ambientales los cambios en las costumbres alimentarias tradicionales, el sedentarismo agudizado y factores como el estrés han provocado un ¡boom! En el número de personas con obesidad.
En nuestro país la situación es alarmante, no dista mucho de las cifras que se manejan en Estados Unidos. En términos generales, uno de cada tres mexicanos tiene un sobrepeso nada saludable, entre un 20 y un 42 por ciento de los hombres son obesos y entre un 30 y un 62 por ciento de las mujeres lo son también. La encuesta nacional de enfermedades crónicas señala, por su parte que la prevalencia de la obesidad en la población mexicana es de 21.4 por ciento (IMC) índice de masa corporal mayor o igual a 30.
Pudiéramos decir en forma generalizada que la dieta tradicional del mexicano es balanceada, consta aproximadamente de un 50 a 60 por ciento de carbohidratos, entre un 25 a 35 por ciento de grasas y entre un diez y 20 por ciento de proteínas. El desajuste proviene de que comemos a deshoras, no desayunamos o no lo hacemos adecuadamente y cenamos como si fuera la última vez y además consumimos grandes cantidades de comida chatarra, uno de los peores enemigos en estado de obesidad, porque es muy “barata” y produce saciedad, pero no puede ser aprovechada por nuestro organismo debidamente y en su mayoría la almacenamos en forma de grasa en los tejidos.
CON EL EXCESO DE PESO, LOS RIESGOS E PADECER CIERTAS ENFERMEDADES SE INCREMENTAN. ÉSTOS SON LOS MÁS COMUNES:
1).- Problemas cardiacos como hipertensión o hiperlipidemia.
2).- Cirrosis y cálculos (piedras) en la vesícula.
3).- Diabetes mellitus.
4).- Cálculos renales y fallo renal por hipertensión.
5).- Osteoartritis en articulaciones (cadera, rodillas y tobillos), lumbalgias.
6).- Cáncer de endometrio, útero y cuello del útero.
7).- Cáncer de colon, páncreas y próstata.
8).- Infertilidad, trastornos hormonales, quistes en los ovarios.
9).- Depresión y trastornos en la personalidad.
10).- Hernia hiatal.
11).- Ronquidos (insuficiencia respiratoria).
12).- Insuficiencia venosa, várices y úlceras en venas.
13).- Gota.
¿CÓMO QUITARNOS
EL PESO DE ENCIMA?
Como toda enfermedad o casi todas. La “obesidad” tiene su terapia. Los médicos bariatras estamos conscientes de que es una de las enfermedades más rebeldes y difíciles de tratar. Debido a su naturaleza, pues ¿quién se siente feliz a la hora de moderar o suprimir el consumo de sus platillos favoritos?, hasta ahora parece que nadie, pero las cosas resultan cada vez más fáciles, ya es cosa del pasado los menús o dietas torturadoras, impositivas y muy escasos de alimentos, o los fármacos peligrosos como las anfetaminas. Los investigadores cada día descubren mejores alternativas de tratamientos menos agresivos.
¿EN QUÉ CONSISTE UN TRATAMIENTO CONTRA
LA OBESIDAD?
El manejo debe ser paciente y muy cuidadoso, sobre todo tomando en cuenta cada caso en particular, sin omitir nunca una historia clínica completa y debe basarse en cuatro estrategias fundamentales.
La primera: consiste en tratar que el paciente se convenza por sí mismo de que está dispuesto a llevar a cabo un plan de vida más disciplinario, en el que primordialmente tratará de recuperar la confianza y el amor en sí mismo.
La segunda: debe recibir orientación clara y concisa de parte de su médico, en que consiste su programa, explicarle por qué se considera a la obesidad como una enfermedad incurable, y que definitivamente pese a lo difícil que resulta dejar de ser gordito, la enfermedad es controlable, y que va a necesitar mucho valor para seguir adelante, fuerza de voluntad y constancia.
La tercera: estará enfocada al plan alimenticio y de ejercicios: primero enseñarle que debe saber reconocer los alimentos que le pueden producir sobrepeso, así mismo aprender a comer aquellos alimentos que aparentemente no le agradaban y sucesivamente ir sustituyéndolos engordativos por alimentos llenadores y más sanos, debe aprender a controlar el comer de más, masticando despacio y parar de comer cuando se sienta satisfecho, es muy importante también hacer las comidas a sus horas, sin omitir ninguna, tratar de ser disciplinado en los horarios de sus alimentos, cuando ya domine mejor su programa de alimentación y haya perdido entre tres y ocho kilos, según sea el caso, es conveniente proporcionarle un plan de ejercicios, generalmente empezamos con el más sencillo que es caminar unos 20 minutos tres a cuatro días de la semana, posteriormente se irán incrementando otro tipo de ejercicios según lo requiera cada paciente y desde luego sea capaz de realizarlo.
La cuarta: el médico se apoyará en los nuevos fármacos en el caso de que sea necesario, es muy importante que no se deje tratar por personas que no están capacitadas para el manejo de la obesidad.
LOS FRAUDES
PELIGROSOS
Esté alerta con la charlatanería, personas que sin tener el menor conocimiento de lo que significa ser gordo y de los riesgos a los que lo exponen se atreven a bajar a personas de pesos hay quienes utilizan la hormona tiroidea con este fin, y lo que no saben es que la dosificación indiscriminada de esta hormona, puede alterar el trabajo de la tiroideas y modificar su función, convirtiendo al paciente en hipotiroideo. Cuídese. ¡Hasta pronto!
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