Fotografía de Salvatore Mancuso,ex jefe máximo del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El Gobierno colombiano entregó hoy en extradición a Estados Unidos a catorce ex jefes paramilitares, entre ellos Salvatore Mancuso, informaron fuentes del Ejecutivo en Bogotá. (EFE)
En una sorpresiva medida, el gobierno del presidente Álvaro Uribe extraditó hoy a Estados Unidos a 14 paramilitares que estaban encarcelados, algunos por cargos de narcotráfico, y que habían vuelto a delinquir desde la prisión, según las autoridades.
El gobierno tiene "la certeza de que (los paramilitares) estaban delinquiendo o reorganizando estructuras delincuenciales" desde la prisión, dijo el ministro del Interior, Carlos Holguín a la radio Caracol.
Los 14 jefes paramilitares estaban en distintas prisiones de alta seguridad del país y se habían desmovilizado como parte de una negociación con el gobierno de Uribe a partir del 2003.
El grupo de extraditables fue embarcado en un avión desde Bogotá rumbo a Miami, dijo el ministro, que no dio detalles sobre los cargos que pesan en Estados Unidos sobre ellos. Se esperaba una alocución de Uribe para informar del tema y el embajador de Estados Unidos en Bogotá, William Brownfield, también tenía prevista una conferencia de prensa.
El grupo salió en una nave de la agencia antidrogas DEA cerca de las 7:00 am (1200GMT) con el plan de dejar a dos de los paramilitares en Miami, otros ocho en la capital estadounidense de Washington, mientras los otros cuatro serían entregados en Nueva York y Houston, dijo un funcionario policial a la AP en condición de anonimato por no estar autorizado para hablar del tema.
Imágenes de televisoras locales mostraron a algunos de los extraditables cuando, esposados, eran dirigidos desde autos policiales hasta el avión, escoltados por agentes en un breve trayecto a pie.
Holguín dijo que no se presentaron incidentes excepto que uno de los extraditables, Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, lanzó palabrotas contra el gobierno. "Fue una frase descompuesta de Jorge 40, pero ni siquiera fue amenazante...(fue) contra el gobierno en general", dijo el ministro declinando repetir la frase supuestamente lanzada por el paramilitar.
Entre los extraditables están Salvatore Mancuso y Diego Murillo, alias "Don Berna", dijo el ministro. Ambos estaban entre los jefes más reconocidos y activos de esos escuadrones de la muerte a los que se atribuye cientos de asesinatos, así como tráfico de drogas, en los años 90 y hasta su desmovilización.
Holguín dijo que la medida no significaba el fin del proceso de paz con los paramilitares, iniciado por el gobierno con jefes de esas bandas, porque seguían en Colombia y colaborando con la justicia otros cientos de paramilitares.
Abogados de los extraditables señalaron a la emisora su sorpresa por la decisión del gobierno.
"Ya él tiene un equipo de abogados" estadounidenses para su defensa, dijo a la emisora Diego Alvarez, abogado de Murillo, quien es reclamado por una corte de Nueva York por cargos de narcotráfico, según el abogado.
El gobierno extraditó la semana pasada a Estados Unidos al primer jefe paramilitar encarcelado, Carlos Mario Jiménez, alias "Macaco", alegando también que había incumplido con las normas de la llamada ley de Justicia y Paz, por la cual se desmovilizaron y entregaron sus armas cientos de paramilitares.
Las autoridades estadounidenses solicitaron la extradición de Jiménez a mediados del 2007 por el tráfico de al menos cinco kilos de cocaína a los Estados Unidos.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Francisco Ricaurte, indicó que la medida del gobierno era legítima y que ya el máximo tribunal había dado su fallo en el pasado certificando que los detenidos podían ser entregados a la justicia estadounidense.
"Existe en este momento una herramienta jurídica que goza de legalidad y que está ejercitando el gobierno", dijo el magistrado a la emisora. Yo solamente aspiro a que, como lo aspira la corte, que se cumplan los objetivos de la ley Justicia y Paz, ya sea aquí o en los Estados Unidos, pero que se cumplan con estos objetivos" de brindar a las víctimas del paramilitarismo la verdad y la reparación por sus parientes muertos o desaparecidos, agregó.
Representantes de organizaciones no gubernamentales expresaron en la jornada que este grupo de paramilitares podría eventualmente llegar a acuerdos de colaboración, brindando datos con la justicia estadounidense y con ello ver reducidas sus penas por delitos de narcotráfico, cuando aquí en Colombia eran acusados de crímenes como masacres.
Pero además indicaron que el grupo extraditado era "incómodo" para el mundo político colombiano porque fueron algunos de ellos los que dieron ante la justicia colombiana testimonios de sus vínculos con congresistas, en un escándalo que desde 2007 y hasta ahora ha llevado a prisión a 31 parlamentarios y al menos otros 30 son investigados.
Los extraditados "eran muy incómodos para muchos políticos en Colombia...los jefes paramilitares Salvatore Mancuso, alias Don Berna, alias Jorge 40, hoy están lejos del país y...(lejos de la) posibilidad de colaboración con la justicia colombiana", dijo en diálogo telefónico Iván Cepeda, del grupo no gubernamental Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes del Estado.
Claudia López, investigadora y analista quien ha hecho trabajos académicos sobre la influencia del paramilitarismo en la política, indicó a la emisora que los casos de parapolítica se acabaron ahora porque "se llevaron a todos los testigos".
Pero el presidente de la Corte Suprema de Justicia indicó que ese tribunal "en su momento establecerá los mecanismos para adelantar esas diligencias y que no sufran ningún tropiezo las investigaciones que se están adelantando por la parapolítica", dijo el magistrado.