El siglo de torreón
Durango, durango.- No es un secreto que la delincuencia organizada cuenta con recursos superiores a los de las corporaciones policiacas; mientras que los agentes usan rifles AR-15 como su más potente fusil sin que dispare en ráfaga, el crimen organizado utiliza como su arma más débil el AK-47, llamado “cuerno de chivo”, usando además ametralladoras Barret antiaérea calibre 50 de las que pueden atravesar blindajes de acero y concreto, fusiles G-3 calibre 7.62; armas de las llamadas “matapolicías”, granadas de fragmentación, entre otras.
En abril del año pasado los agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) se enfrentaron con un poderoso grupo de la delincuencia organizada, quedando tres policías muertos; en esa ocasión se conoció que el armamento que traían los criminales era de alta potencia, arsenal antiaéreo, metralletas con cargadores de disco que penetran blindaje, tipo Barret, lanzagranadas y los convencionales rifles de asalto AR-15 y AK-47, de los llamados “cuernos de chivo”.
Asimismo, se dice que llevaban armas que disparan cartuchos calibre 5.7x28, conocidas como “matapolicías”, que perforan chalecos antibalas, así como proyectiles de tiro nocturno y expansivos.
No les hacen caso
Desde ese tiempo, quien fuera el secretario de Seguridad Pública del Estado, Apolunio Betancourt Ruiz, declaró que es un reclamo a nivel nacional el hecho de que las corporaciones estatales puedan usar armamento más sofisticado, ya que el crimen organizado cuenta con todo tipo de armas y las policías tienen que regirse por lo dictaminado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que señala que no pueden usar armas de ráfaga, por lo que se conforman con rifles AR-15.
El mismo procurador general de Justicia y el titular de la DEI, Jesús Gutiérrez Vargas y Jesús Alberto Alejo Núñez, respectivamente, coincidieron en que ya se había hecho la solicitud ante el Congreso de la Unión para que les permitieran usar armas más sofisticadas pues de lo contrario se verían superados nuevamente por el crimen organizado.
A más de un año de aquella solicitud ni la Sedena ni los legisladores han dado respuesta a la autoridad duranguense mientras que los integrantes de los diferentes cárteles se siguen instalando en la entidad sin que nadie les pueda hacer frente, pues también es conocido que el Ejército no participa en todas las acciones y que los agentes federales se aparecen hasta que ya pasó todo.
