El presidente del PRD, Jesús Ortega, cerró las puertas de su partido a los militantes desertores que se han integrado a las filas de Convergencia. (Archivo)
Reconoce Jesús Ortega que los perredistas se equivocaron con la resistencia civil.
Tras quedarse a un paso de ganar la Presidencia de la República en 2006, el PRD se sumió en una profunda crisis interna que debilitó al partido y lo hizo perder la simpatía de muchos ciudadanos que se habían sumado a su proyecto, reconoce Jesús Ortega.
De visita en Monterrey, para poner en marcha una estrategia a fin de expandir la izquierda en el Norte del país, el dirigente del Sol Azteca habla de los métodos para superar las diferencias internas y acercarse a Andrés Manuel López Obrador.
A unos meses de las elecciones federales, el perredista reconoce que el partido pecó de arrogancia y soberbia en 2006, y se equivocó en las formas de sus reclamos.
¿Cuáles fueron las causas de la división interna en el PRD?
En parte, porque no accedimos a la Presidencia de la República, las derrotas siempre causan efectos, y estábamos tan seguros, a veces con arrogancia y con soberbia, que íbamos a ganar y de que íbamos a gobernar este país, que cuando no lo hacemos causa un gran desconcierto hacia el interior del partido.
La otra explicación es que no hemos aprendido a ser un partido que influye en el rumbo del país, ya sea en la Oposición o en el Gobierno.
Gobernamos al 25 por ciento de la población, podemos influir en el rumbo del país, pero eso necesitamos asimilarlo.
¿Qué le dejó al PRD la resistencia civil que emprendió tras la derrota electoral de 2006?
Estoy convencido de que hubo un fraude, yo participé en las acciones de la toma de la Bolsa, o en las protestas en las casetas; estuve durmiendo en el Zócalo, fui coordinador de las acciones contra el fraude electoral; sin embargo, cometimos errores en esa lucha.
Un error que creo que es el más significativo: exigimos un derecho afectando el derecho de otros, reclamamos justicia afectando los derechos de otros ciudadanos, y entonces qué sucede, que en lugar de ganar simpatías, perdemos simpatías.
n ¿Es posible conciliar las diferencias internas?
Sí. Se acabaron los partidos de las unanimidades. ¿Cuántas corrientes hay en el PAN, quien diga que no hay corrientes en el PAN, miente; quien diga que no hay corrientes en el PRI, miente; hay 16 corrientes una por cada gobernador del PRI, lo que pasa es que en el PRI son más cautelosos y menos francos y sus diferencias las ocultan.
En el PRD somos muy dados a exponer nuestras diferencias, tenemos que ser más cautos en este comportamiento, no digo que debamos desaparecer por decreto las diferencias, lo que digo es que hay cosas que se discuten adentro, que se resuelven adentro, que no tenemos por qué estar exponiéndolas.
Con Alejandro Encinas sin duda un proceso tan complicado ha afectado nuestra relación, debo decirlo con franqueza, que por cierto era muy buena, nos encontramos hace días y quedamos de vernos más adelante para contribuir a la unidad del partido.
¿López Obrador sigue siendo un activo político para el PRD?
Creo que sí. Andrés Manuel, como todos, hemos cometido errores, lo peor sería que yo, como presidente del PRD, agarrara el hacha para cortar cabezas o perseguir herejes, la responsabilidad del presidente del PRD es unir, sumar, y Andrés Manuel es un hombre que genuinamente lucha por cambios. A veces no compartimos métodos, formas, pero eso no me hace desconocer su valía.
Yo le comenté a Andrés que él debía de convertirse en el líder de la Oposición más amplia, la “Presidencia legítima”, sin condenarla, nos conduce a la Oposición más dura, pero nosotros necesitamos ser una izquierda no solamente que represente a esos sectores más duros, necesitamos representar a los sectores más amplios de la población.
Creo que una “Presidencia legítima” tiende a la polarización, no a la ampliación de nuestra representatividad.
Yo lo voy a buscar, no peco de esos falsos orgullos.
Niegan que PRD sea la tercera fuerza política
El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, rechazó el tercer lugar que ocupa ese instituto político según las últimas encuestas y consideró que no son exactas porque primero, dijo, hay que ver de dónde vienen y analizarlas con detalle y se corrobora que no coinciden con la realidad.
En Chalco, en el Estado de México, Ortega Martínez indicó que el perder algunas presidencias municipales en elecciones recientes en el país, no significa que el partido se esté desmoronando, “ya que subimos de un porcentaje del 18 al 20 % en Hidalgo e incluso en el mismo estado de Guerrero”, aseguró.
El dirigente nacional sostuvo que hace seis años el PRD sin candidato a la Presidencia de la República tenía 20% de preferencia electoral y ahora sigue en los mismos niveles, por lo cual considera que las encuestas no son reales.
Señaló que el PRD se encuentra muy optimista con miras a las elecciones del 2009, donde designarán a los mejores candidatos que tengan una trayectoria importante y honesta porque se van a ganar la mayoría de los distritos electorales.
Quieren evaluar a diplomáticos
Senadores del PRD presentaron una iniciativa para que la Cámara Alta evalúe el desempeño de embajadores y cónsules.
Los legisladores Rosalinda López, Salomón Jara y Jesús Garibay propusieron modificar la Ley del Servicio Exterior Mexicano, a fin de que se otorguen facultades a la Cámara Alta para que ratifique los nombramientos y califique las tareas de los diplomáticos.
La iniciativa, explicaron los senadores, busca fortalecer y garantizar el principio de colaboración y equilibrio entre Poderes, dotando al Legislativo de instrumentos de control que permitan evaluar y fiscalizar el desempeño de los embajadores y cónsules mexicanos, sin afectar las facultades del Ejecutivo.
