‘Cómo decirles que no a los niños’
Debido a la crisis y a las expectativas negativas que hay sobre lo que vendrá en 2009, las familias se las ingenian para poder festejar la Noche Buena como dicta la tradición, pero sin lastimar mucho al bolsillo.
César Alberto, padre de dos hijos e ingeniero de profesión, comenta que acostumbra a reunirse con sus hermanos y cuñadas en casa de sus padres. “El año pasado tuvimos una cena familiar muy buena, este año a pesar de la crisis pensamos en reunirnos de la misma manera, en mi familia nadie se ha quedado sin trabajo afortunadamente, pero este año por medidas de ahorro decidimos asumir los gastos de estas fechas todos por igual”, explica.
Según las cuentas de César, una cena sencilla para 12 adultos y 5 niños tiene un costo de alrededor de 4 mil pesos, con pavo, ensalada, postre y bebida para brindar. El gasto que sufrió un mayor recorte fue el de los regalos. “Lo único que compramos -comenta- fueron los regalos de los niños, pequeños detalles para mis padres y los de mi esposa, nosotros nos restringimos para tratar de ahorrar”.
Para Paco, la situación es más complicada. Trabajador de una maquila de la que han despedido al 30 por ciento del personal, buscan alternativas austeras para la noche de hoy, ya que la incertidumbre de su seguridad laboral, ha mermado el menú de opciones que cubrirá su mesa y la cantidad de regalos que se posarán debajo del pino de la sala de su casa.
“Cómo decirles que no a los niños. Yo soy padre de tres menores y a todos tengo que comprarles algo, mi esposa no trabaja y la verdad sí nos da miedo todo lo que dicen sobre la crisis que va a empezar en enero. Nunca hemos sido de cenas suculentas pero sí nos reunimos con mis hermanos y compramos algo para beber y una cena, reunión familiar, aunque de los que ni nos restringimos totalmente este año fue de utilizar la tarjeta de la tienda departamental, porque todavía no acabamos de pagar lo que sacamos a 18 meses en diciembre pasado”, platica Paco.
En promedio, los establecimientos comerciales registran en esta temporada una disminución del 14 por ciento en sus ventas en relación a años anteriores. “Es que hay que cuidar el aguinaldo que nos dan en efectivo, ése es el que hay que guardar para casos de emergencia”, dice don Luis.
Para Raúl Guerrero, jefe de una familia integrada por seis miembros, la palabra crisis le ha sido familiar a lo largo de sus 41 años de edad, siempre ha tenido que batallar para sacar adelante a su familia y esta es otra Navidad más en la que pondrá carne sobre el asador, comprará unas cervezas y le entregará a sus hijos al menos un regalo. “Lo bueno es que nosotros con muy poco nos conformamos, es decir celebramos con alegría pero sin lujos”.
