El estadounidense Michael Phelps comenzó ayer su particular 'Larga Marcha' china a lo largo de la cual aspira a ganar ocho medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing. (Fotografías de AP y EFE)
El sueño de Michael Phelps es ganar ocho medallas de oro.
El estadounidense Michael Phelps comenzó su particular "Larga Marcha" china a lo largo de la cual aspira a ganar ocho medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Emulando la laboriosidad y la capacidad de trabajo de los habitantes del país más poblado de la tierra, el nadador de Baltimore, Maryland, se hizo en la mañana china, en la primera final de la competición olímpica, con su primera medalla de oro en Pekín 2008 al imponerse en los 400 metros estilos y batió el récord del mundo de la distancia.
En presencia del presidente de los Estados Unidos, George Bush, y de su esposa, Laura, Phelps, de 23 años, superó al húngaro Laszlo Cseh, medalla de plata con 4:06.16, y que le da un nuevo récord de Europa, y a su compatriota y amigo Ryan Lochte, medalla de bronce cono un registro de 4:08.09.
El récord del mundo lo tenía el propio campeón olímpico desde el el pasado 29 de junio cuando en las pruebas de selección de los Estados Unidos, disputadas en Omaha (Nebraska), para Pekín 2008 estableció un registro de 4:05.25.
El sábado ya avisó de que lo más probable es que hoy cayera el récord del mundo y rebajó la mejor marca olímpica con 4:07.82.
Durante la prueba siempre nadó por debajo de la mejor marca mundial: -0.56, -0.46, tras la mariposa; -0.58, -0.83, tras la espalda; -1.19, -1.40, tras la braza; y -1.94, -1.41, tras el libre.
Solo se vio un poco apurado cuando Lochte se acercó en los 100 metros espalda, pero en la braza Phelps se deshizo de su compatriota y éste, a su vez, se vio superado por Cseh, que apoyado en el tirón de los estadounidenses pudo con el récord de Europa.
El nadador magiar había perdido la segunda plaza tras los primeros 100 metros mariposa y había pasado en el tercer lugar la espalda y la braza.
Phelps, al que se le saltaban las lágrimas cuando subió al podio en la ceremonia de entrega de medallas, aspira en la capital china a batir el récord de su compatriota Mark Spitz, que éste consiguió en los Juegos Olímpicos de 1972, al ganar ocho medallas de oro en la misma competición olímpica.
Esta es la séptima medalla de oro en su carrera deportiva en unos Juegos Olímpicos tras las seis ganadas en Atenas en 2004, y la novena olímpica en total, pues en la capital griega logró seis oros, en los 100 y 200 mariposa, 200 y 400 estilos, 4x100 estilos y 4x200 libre, y el bronce en los 200 libre y los 4x100 libre.
Hoy, el estadounidense superó su primera final. Phelps intentará esta gesta en los 200 estilos, los 100 y 200 mariposa, los 200 libre, los 4x100 y 4x200 libre y los 4x100 estilos.
Buscará hacer historia
Su figura parece imbatible, el nadador estadounidense Michael Phelps es la fuerza dominante de la natación, en las cinco pruebas individuales que nadará en Beijing se encuentra en la cima del ranking mundial; sin embargo, todo superhéroe tiene su debilidad, y en el caso de Phelps ésta podría ser el relevo de 4x100 metros libres.
El estadounidense se ha fijado la meta de ganar ocho medallas de oro en una sola justa olímpica para batir el récord de su compatriota Mark Spitz, pero para lograrlo, sus compañeros en el 4x100 deberán trabajar a la perfección, y si los rankings son acertados, Michael Phelps podría quedarse con las ganas.
Para completar la hazaña, el estadounidense escogió nadar las pruebas de 200 metros libre, 100 y 200 mariposa, 200 y 400 combinado individual, 4x100 combinado, 4x100 libre y 4x200 libre, mismos eventos en los que participó en los Juegos de Atenas 2004, donde el único que le falló fueron los 200 metros libres.
“Sabía que iba a ser muy difícil pero no me importó, yo quería nadar los 200 libres, sin importar la dificultad”, reconoció el nadador estadounidense.
En el 4x100 libre, Estados Unidos tendrá su prueba más fuerte, ante un equipo francés cuyo mejor tiempo es 18 centésimas mejor que el de los estadounidenses (Francia cronometró 03:12.54 y EU 03:12.72).
Pero no sólo en conjunto son más rápidos. Individualmente, el francés Alain Bernard cronometró este año 47.50, en tanto que Phelps marcó 47.92 en el selectivo olímpico en julio de este año y aunque fue el quinto mejor tiempo del año no se acerca a la marca del francés.
“El equipo de Francia es aparentemente más fuerte y técnicamente hablando sí sería el punto débil de Phelps”, mencionó el ex entrenador del único campeón olímpico en natación que ha tenido México (Felipe Muñoz), Nelson Vargas Basáñez.
Además, está el fantasma de la descalificación que sufrió el equipo en el campeonato Mundial de Melbourne, Australia, en el 2007 debido a un error de Ian Crocker.
El estadounidense saltó a la piscina .04 segundos antes que su compañero Scott Usher tocara los bloques de salida.
Se les permite un margen de error menos de .03 segundos. Phelps, quien no nadó en el heat, podría haber sido llamado para la final si EU no hubiera sido descalificado por el error de Crocker.
Si Estados Unidos podría haber ganado la final, aún está en duda, pero Phelps hubiera perdido la oportunidad de ocho victorias por una centésima de segundo.
Las otras dos pruebas de relevos son dominadas ampliamente por Estados Unidos, en el 4x100 combinado, la escuadra americana logró cronometrar el segundo tiempo más rápido del 2007, detrás de Japón por un segundo y dos centésimas, aunque con la salvedad de que esto lo consiguió el equipo B, en los Juegos Panamericanos.
Mientras que en el 4x200 libre finalizaron el 2007 con un tiempo de 7:03.24 y en el 2008 la mejor marca en el ranking mundial es del equipo italiano con 7:09.94s.
Estados Unidos no ha competido con su equipo de relevos de forma internacional por tanto no han figurado en el ranking mundial.
A pesar de la duda en el 4x100 libre, el legendario Spitz piensa que Phelps podrá batir su récord.
“No he podido hablar con él a fondo, simplemente me deseó suerte y agradezco sus buenas intenciones”, mencionó Phelps sobre su compatriota.
Una opinión muy distinta a la ex estrella de la natación australiana, Ian Thorpe, quien predijo que el estadounidense no lo lograría para los Juegos de Atenas 2004 y no se equivocó.
Este año se mantiene fiel a sus convicciones. La opinión de Thorpe se une a la de otros escépticos que piensan que batir el récord será algo imposible, en principio porque tendrá que nadar 15 veces en tres días, más otras tres de los relevos.
Otros opinan que el cambio de horario finalmente acabará por afectarlo pues si bien es cierto que hace cuatro años pasó por el mismo proceso, en esta ocasión tendrá que nadar por las mañanas.
“Estoy listo para competir, cuando tenemos la oportunidad cuánta gente tiene la oportunidad de hacerlo. Tienes que estar listo, no importa a qué hora, mañana, noche. Represento a mi país y es un honor, no me importa, nadaré a la hora que sea”, mencionó.
A pesar de lo que se dice sobre la carga de trabajo y cómo las pruebas más difíciles serán aquellas que están al final del calendario de competencia, el estadounidense consideró que su verdadero reto está en las primeras.
“Espero poder tener una buena preliminar y luego semifinal y final. Con tantas carreras, las más duras son las primeras, y las que más quiero nadar”, dijo Phelps.