Celia del Palacio presentó en esta ciudad su libro No me Alcanzará la Vida, en el Museo de la Revolución acompañada por Lidia Acevedo. (Fotografía de Ramón Sotomayor)
POR NIRIA RAMOS MARÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- A casi 150 años de que se promulgaron las Leyes de Reforma, una fresca noche en medio de los árboles sirvió como marco perfecto para disfrutar de la presentación del libro No me Alcanzará la Vida, de la autoría de Celia del Palacio.
La revelación ante el público lagunero de esta biografía novelada desde una perspectiva humana de los héroes anónimos, de los personajes que aunque no aparecen como los típicos destacados en los libros de historia aportaron su vida y pasión en medio de un siglo en el que -aunque a la distancia no se perciba- también abundaron los miedos, la incertidumbre y el amor.
La cita para conocer el trabajo de Celia del Palacio fue el jueves alrededor de las 8:00 de la noche, para lo cual muchas personas llenaron el foro del recinto museístico y escucharon en voz de la escritora Lidia Acevedo y la propia autora, los comentarios acerca de este material.
Acevedo destacó los pasos que la autora dio sobre las huellas de los personajes ilustres y sobre los que logró rescatar del olvido, tal y como fue el caso de Miguel Cruz-Aedo, militar y poeta.
Como un viaje ancestral, Celia del Palacio comparte en este libro sus pesquisas por los laberínticos y maravillosos archivos históricos, mismos que fue escudriñando a lo largo de 25 años hasta que dio con unas cartas apasionadas de Miguel Cruz-Aedo hacia la misteriosa Sofía, la bella que cobra vida en la imaginación de la autora y pone ante sus ojos a un militar sensible, a un hombre duro, áspero, que en realidad se va revelando sensible, como un ser humano con luces y sombras al igual que todos los seres humanos.
“La historia es luminosa, los olores nos jalan hacia adentro, hacia un mundo en donde corremos el peligro de encontrarnos”, dijo Lidia Acevedo. Y es que en este trabajo de Del Palacio, los aromas juegan una parte muy importante dentro de la trama, resulta un recurso literario exquisito cuando la autora narra el olor de las telas, las comidas, los lugares, comparte a través de las letras el pañuelito con olor a lavanda, el olor a muñeca vieja, cómo huelen los vestidos... “Quise rescatar la vida cotidiana del Siglo XIX, los olores, las costumbres, ¿a qué huelen los héroes, la ciudad, los vestidos cuando las calles eran de tierra?, eso es lo que me preguntaba todo el tiempo”, dijo Celia del Palacio.
Del Palacio, quien es doctora en Historia y ha sido investigadora en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Veracruzana, explicó que el libro gira en torno a dos ejes principales en dos épocas diferentes: “Por un lado está la historia de esos personajes de la sociedad literaria de Guadalajara, y por el otro está la de la historiadora”, pero ambos con el hilo conductor más universal que existe que es el sentimiento de un ser humano hacia otro.
Sin embargo, asegura Celia del Palacio que lejos de concentrarse solamente en una historia de amor como tal, “investigué bastante también el periodo histórico de la Reforma, están por cumplirse 150 años de la promulgación de las Leyes de Reforma, y tal parece que es algo que se ha dejado de lado, por eso quise rescatar este tema”.
Del Palacio contó a los laguneros como se envolvió con el personaje de Miguel Cruz-Aedo: “Comencé con mi tesis y me topé con las historia de estos jóvenes de 20 ó 25 años que de pronto dejaron lo que estaban haciendo, unos estudiaban derecho, otros administración, dejaron sus familias y todas sus otras cosas para tomar la espada y la pluma, y muchos de ellos murieron, como el personaje de esta novela. Casi todos los personajes del libro existieron en realidad, y me enamoré del personaje de Miguel Cruz-Aedo cuando encontré unas cartas con poemas muy apasionados que escribía para una mujer que se llamaba Sofía, que no sé si existió en realidad pero que yo decidí crear, y en uno de esos poemas dice cuando llega asombrada a la ciudad de Guadalajara: ‘No me alcanzará la vida para ver todo esto’, y de ahí el título de la novela”.
Al finalizar su exitosa presentación, la autora se llevó el aplauso de los múltiples asistentes, que después formularon algunas preguntas a la autora acerca de su trabajo, y posteriormente compartieron un agradable brindis de honor.