Esther Domínguez Zarzar expondrá sus “árboles” el próximo lunes en el CCI del Tec de Monterrey. (Fotografía de Érick Sotomayor)
¿Cuándo fue la última vez que algún elemento de la naturaleza atrapó tus sentidos?, como un gesto de esa sensación es la propuesta de la joven Esther Elizabeth Domínguez Zarzar, que por primera vez expone su obra de forma individual bajo el título Abrazando un Árbol.
La muestra será inaugurada el próximo lunes 13 de octubre, a las 8:00 de la noche, en las instalaciones del CCI del Tec de Monterrey Campus, Laguna.
Soledad Gordillo es su maestra actual, pero Elizabeth ha pasado por las clases de diversos maestros: “Empecé desde chica en México, pero eran cursos pequeños, y ya después en Saltillo empecé otra vez, hace algunos años comencé un taller con Ercilia Cepeda y hace un año me integré al grupo de Soledad Gordillo”.
Y dice que sí ha crecido pues sus clases con la maestra actual han reforzado sus conocimientos: “me ha dado mucha seguridad, todo el empuje para creer en que puedo hacer algo en este apartado, que estoy haciendo las cosas bien en lo que me gusta y cómo me gusta”.
Lejos del pincel, la técnica favorita de Teté (como le dicen sus compañeras de grupo) es pintar con la palma de su mano, aunque también utiliza el pincel en ciertas obras que así lo requieran: “Trabajo óleo sobre pasta, con las manos”. Y comenta su maestra que ésta es una característica que se le dio naturalmente a Esther: “Sí, es la única que se le dio trabajar con las manos, es decir, embarra con los dedos, limpia con la palma, y lo distribuye muy bien en todo lo que es el bastidor. Esther es la más nueva del grupo, tiene aproximadamente un año conmigo, ella ya tenía algo de técnica propia y cuando entró al grupo sólo comenzamos a reafirmar cómo trabajar, luz y sombra y esas cosas que a veces se pueden dificultar un poco”.
Su intuición la llevó a este tipo de manejo tan sensorial: “Esto empezó desde que estaba en el taller de Ercilia, comenzamos con la pasta y desde ahí”.
Su exposición actual también toca el tema de los sentidos y el título -Abrazando un Árbol- hace referencia a la protección natural y el tipo de magia que se crea cuando los seres humanos se comunican con lo natural: “Es una proyección que representa mucho el cobijo, el estar respaldada por algo muy firme, que me da sombra; es un sentimiento entre lo que estoy creando y el abrazar un árbol viene desde la frase que dice que “Al abrazar un árbol en momentos de soledad y tristeza, le transmites tus angustias y problemas, y recibes a cambio su fuerza y consuelo”.
PASO A PASO
Durante el proceso de creación de la obra descubrió que al pintar cada uno de los árboles descubría un nuevo sentimiento: “Esto me hizo darme cuenta de que en cada uno de mis trazos yo abrazaba un árbol. Y fue así como todo fue teniendo una explicación y un significado para crear cada uno de estos cuadros. Durante este proceso de creación comprendí lo indiferentes que somos ante tan majestuosa forma de vida, guiándonos sólo por el exterior de algo que tiene siglos viviendo y permitiéndonos vivir, así que decidí prestarles atención, observarlos, imaginarlos y pintarlos en base a mis sentimientos”.
Las historias que descubre en cada árbol son puntos de creatividad para la pintora: “Para mí los árboles representan el reinicio de todo, raíces fuertes, la familia, la unión de la tierra con el cielo. El árbol simboliza la vida perpetua, la evolución, la armonía, y como símbolo de vida se asimila a la madre, porque nos protege con su sombra, purifica nuestro aire, nos alimenta con sus frutos y nos calienta con su madera”.
La exposición que se inaugura el lunes permanecerá en exhibición durante una semana en el CCI del Tec de Monterrey.