El príncipe saudí Al-Waleed bin Talal bin Abdul Aziz Al-Saud ha ordenado darle una capa de pan de oro a un Airbus A380 recientemente adquirido.
El príncipe, que se gastó ya cerca de 160 millones de libras (unos 320 millones de dólares) en el avión, invertirá ahora 90 millones de libras más para adaptarlo a sus gustos extravagantes, informa el vespertino "Evening Standard".
Sólo recubrir el aparato con una capa de oro costará unos 30 millones de libras (60 millones de dólares), y el multimillonario saudí quiere instalar a bordo un comedor para catorce personas con cortinas que imiten las carpas del desierto, así como una sauna con jacuzzi.
El baño estará provisto de sensores de forma que el agua no se desborde si el avión atraviesa una zona de turbulencias mientras el príncipe se está dando un baño.
Cada dormitorio tendrá su propio cuarto de baño y los invitados del príncipe podrán comunicarse en todo momento con el personal de servicio, que estará en la parte trasera del avión.
En el piso superior del aparato ha pedido que le instalen un cine con asientos del color de las dunas del desierto, un gimnasio y varios dormitorios, según el "Standard".
Su propio dormitorio, el más lujoso, tendrá en el centro una cama enorme adornada con colgaduras de seda que imitarán una tienda de beduinos.
El príncipe Al-Waleed, de 52 años, que, según la revista Forbes, es el decimotercer hombre más rico del mundo, compró en el 2005 el hotel Savoy de Londres por 230 millones de libras (460 millones de dólares al cambio actual).