La cinta mexicana Amor, Dolor y Viceversa de Alfonso Pineda, se estrena en Festival de Tribeca. (EFE)
La cinta mexicana Amor, Dolor y Viceversa, protagonizada por el argentino Leonardo Sbaraglia, se estrenó ayer mundialmente en el Festival de Cine de Tribeca en Nueva York, en el que participan otros dos largometrajes de México.
La alfombra roja del Festival de Tribeca, creado en 2002 por el actor estadounidense Robert De Niro, estuvo dedicada ayer para el elenco que participa en el “thriller” psicológico que dirige Alfonso Piñeda Ulloa sobre dos extraños cuyos sueños se conectan y a los que interpretan Sbaraglia (Intacto) y Bárbara Mori (La Mujer de mi Hermano).
Escrita por Álex Marino, “Amor, dolor y viceversa” es una de las dos cintas mexicanas que entran en competición en el festival neoyorquino y es, a juicio de los organizadores de la muestra, un filme “conmovedor y temperamental”.
“Estoy muy emocionado y contento por presentar esta película extraordinaria en Tribeca, un lugar donde ya es muy importante simplemente que te seleccionen”, declaró hoy a Efe Sbaraglia, quien definió el filme como “un rompecabezas que se arma desde el punto de vista de dos personajes”.
El intérprete argentino, que representa a un cirujano en el filme, reconoció que, pese a tratarse de un “thriller”, es “una historia muy humana, de corazones rotos, para la que el director ha conseguido que los personajes muestren todo el rato su alma”.
“Doy vida a un tipo muy normal que se va transformando, gracias al dolor que sufre, a alguien nada normal”, dijo Sbaraglia, quien también reconoció su gusto por los personajes y las películas “poco fáciles”, aunque las comedias también le encanten.
“Me gustaría tener más esas propuestas de humor agudo e inteligente si es posible”, dijo Sbaraglia, actor que en poco tiempo presentará en España varios títulos, como “Diario de una ninfómana”, dirigida por Christian Molina; “El rey de la montaña”, de Gonzalo López-Gallego, y “Santos”, de Nicolás López.
El director de Amor, Dolor y Viceversa, Alfonso Piñeda Ulloa, alabó el trabajo de Sbaraglia, de quien se definió como “fan incondicional desde hace muchos años”, se mostró “emocionado” por participar en “un festival que es capaz de exhibir varios títulos mexicanos llenos de talento”.
“La calidad del cine mexicano es extraordinaria. Las películas que hemos elegido son muy buenas”, explicó a Efe el director artístico del Festival de Tribeca, Peter Scarlet, quien, además del filme de Piñeda Ulloa, destacó la calidad de otra de las cintas que entran en competición: “Mi vida dentro”, de Lucía Gajá.
Esa película cuenta la historia de una joven inmigrante ilegal en EE.UU., la mexicana Rosa Estela Olvera, sentenciada a 99 años de prisión por la muerte de un menor al que cuidaba en la ciudad estadounidense de Austin (Texas).
Gajá muestra el proceso judicial y el testimonio de la joven desde la cárcel de máxima seguridad en la que cumple condena, y el de su madre, Estela Jiménez, originaria de Ecatepec, un populoso municipio del centro de México.
“Un festival como el de Tribeca no puede hacer oídos sordos a un tema tan candente en este país como es la inmigración”, explicó una de las co-fundadoras del festival, Jane Rosenthal, quien se mostró “muy satisfecha” por presentar al público neoyorquino la obra de Gajá.
Otra de las apuestas mexicanas en Tribeca es “Un retrato de Diego: La revolución de la mirada”, documental que iniciaron Gabriel Figueroa, Manuel Álvarez Bravo y Diego Rivera en la década del 50 pero que no se acabó hasta ahora, gracias al hijo de Figueroa y al nieto de Rivera.
México no es, sin embargo, el único país latinoamericano que estará presente en Tribeca, ya que desde Brasil también llegarán los largometrajes: “Tropa de elite” (José Padilla) y “Diario de Sintra” (Paula Gaitán).
Su meta es conquistar Hollywood
Tras sentirse estancada en la televisión, la actriz de origen uruguayo Bárbara Mori está totalmente centrada en el cine “haciendo cosas que me llenen más” y con la mirada puesta en Hollywood, una de sus metas.
El primer paso es su presencia en el Festival de Cine de Tribeca de Nueva York, en el que Amor, Dolor y viceversa, de Alfonso Pineda, compite en la sección oficial. “Estoy muy contenta y orgullosa de estar aquí”, dijo en entrevista.
Mori interpreta a “Chelo”, una mujer solitaria y obsesiva, en búsqueda permanente, conectada con el “Doctor Márquez”, encarnado por el argentino Leonardo Sbaraglia, por los sueños y la pasión, un juego de fantasía y realidad que acaba en tragedia.
“Fue como un flechazo a primera vista. Me enamoré de mi personaje nada más al leer el guión”, comentó en el marco del certamen que comenzó esta semana.
Mori confesó que este papel “me ha cambiado como actriz”, que ha supuesto un antes y un después en su carrera, forjada en la televisión, y que ahora quiere centrar en la gran pantalla, con Hollywood como una de sus metas.
“Descubrí cosas que no había sentido antes como actriz, me metí mucho en el personaje, sentía que era ella la que miraba a través de mis ojos, incluso cuando me despertaba en las mañanas me encontré muchas veces pensando y actuando como ella, y eso no me había pasado antes”, señaló.
“Es un personaje que me ha dado mucho, es algo muy distinto a lo que he hecho hasta ahora, es un trabajo más profundo, me van a ver muy diferente”, añadió.
Al preguntarle sobre su futuro, indicó que en esta película tiene puestas sus expectativas, refiriéndose a Hollywood. Y es que Mori quiere centrar su carrera en otro tipo de proyectos de mayor calado, más serios, “cosas que me llenen más”.
Como por ejemplo, “Cosas insignificantes” que rodará a las órdenes del mexicano Guillermo del Toro, o “Kites”, una superproducción al estilo Hollywood que se filmará en inglés e hindi.
“La televisión la tengo estacionada, llegué a hacer 10 telenovelas rodando 30 escenas diarias, casi sin tiempo de prepararlas como actriz. Me sentí como estancada y yo necesitaba crecer, di el salto al cine, donde te metes más en los personajes”, manifestó la protagonista de “Rubí”.
La artista se mostró muy contenta y orgullosa de participar en el Festival de Cine de Tribeca, co-fundado por el actor Robert De Niro tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, en un intento para revitalizar el Bajo Manhattan.
“No sé cómo la vaya a recibir el público, a mí me encantan las películas de suspenso, que no sabes lo que va a pasar hasta el final.
Esta historia está muy bien contada”, manifestó.
“Espero que les pase lo que me pasó a mí, me encantó el guión, me enamoró la historia. No temo a la crítica, porque creo que siempre lo que digan, bueno o malo, es por algo, siempre intento tomar lo mejor de lo bueno y lo malo para hacer un trabajo idóneo en un futuro”, concluyó.
