Madonna logró reunir a sesenta mil personas en el estadio Olímpico de Roma, en el único concierto en Italia de su gira mundial. (EFE)
Madonna le dedica Like a Virgin a Benedicto XVI, durante el concierto que ofreció en Roma.
Madonna, la Reina del Pop, actuó ayer ante sesenta mil personas, en el estadio Olímpico de Roma, en el único concierto en Italia de su gira mundial y dedicó al Papa su famosa canción Like a Virgin.
“Dedico esta canción al Papa, porque soy hija de Dios. También vosotros sois hijos de Dios”, dijo la cantante, que acaba de cumplir 50 años de edad, a un entregado público que hizo horas y horas de cola para entrar en el “Olímpico” de Roma para ver a la cantante estadounidense, cuya familia procede del pueblo italiano de Pacentro, en la región central de Abruzzi.
La dedicación fue en la parte final de su espectáculo Sticky & Sweet Tour y la cantó junto al público, en coro.
El concierto -el único que ha ofrecido en Italia dentro de la gira mundial que comenzó en la ciudad británica de Cardiff el pasado 23 de agosto y concluirá en diciembre en Sao Paulo, tras pasar, entre otras, por las ciudades españolas de Sevilla y Valencia- siguió el esquema previsto.
Espectacular, Madonna apareció vestida con un corpiño negro y calzada con botas de cuero del mismo color, sentada en un trono, en medio de los aplausos y gritos de los presentes.
El espectáculo lo abrió con Candy Shop, una de las canciones de su último disco Hard Candy.
Atlética, Madonna bailó, saltó a la comba y se retorció en diferentes tipos de movimientos, dominando un escenario con pantallas de última generación, de efecto tridimensional, que mostraban lo último de la tecnología en ese campo.
Acompañada de 16 bailarines y 12 músicos, Madonna se cambió en seis ocasiones y se ganó a un público entregado desde el principio con canciones como Get Into the Groove, She’s Not Me o You Must Love, de la obra Evita.
Madonna sorprendió con una versión estilo fiesta gitana de su clásica La Isla Bonita, que acompañó con violines, guitarras acústicas y bailarines. La cantante “ítalo-americana”, como gusta a los italianos llamarla, también ofreció, entre otras, sus temas Ray of Light, Hung Up y Give it to Me.
Al concierto asistieron, entre otros, según fuentes de la organización, el modista Giorgio Armani, el futbolista y capitán del club Roma, Francesco Totti, y su esposa la presentadora Ilary Blassi; el futbolista Bobbo Vieri, la actriz y presentadora Alba Parietti, la actriz Valeria Marini y los cantantes Irene Grandi y Pino Danieli.
Madonna llegó a Roma en la tarde del viernes con dos de sus hijos, alojándose en uno de los hoteles más prestigiosos de la capital, en el centro de la Ciudad Eterna, donde centenares de fans hicieron guardia para verla.
La diva sólo se asomó a la ventana de su habitación unos segundos, suficientes para hacer felices a la legión de seguidores llegados desde todo el país.
Se ‘pega’ a los 80
Coinciden propios y extraños. El estilo de Madonna no pasa inadvertido. Su diseñadora, Arianne Philips, comentó detalles del vestuario que la Reina del Pop luce en su gira.
En una entrevista con la publicación Women’s Wear Daily, Philips describió el estilo de la cantante italoamericana como “un guiño a los años ochenta” y destacó que están presentes “los temas que la han acompañado a lo largo de su trayectoria”.
La diseñadora se vale de botas hasta a la rodilla, tacones de vértigo y corsés de seda para “reinventar” -un verbo sempiterno en la carrera de la diva- la figura de dominatrix que se ha convertido en uno de los sellos característicos de Madonna.
Madonna también lleva una espectacular capa de terciopelo negro, y en cuanto a los complementos, utiliza zapatos de Miu Miu y Stella McCartney, gafas de sol de Moschino y detalles de Yves Saint Laurent, Roberto Cavalli y Jeremy Scott.
Arianne Philips, que ha sido candidata en cuatro ocasiones al Oscar en la categoría de mejor vestuario por su trabajo en cine, añadió que Madonna incorpora a su vestuario dos conjuntos del italiano Riccardo Tisci, diseñador de Givenchy desde 2005. Por su parte, el norteamericano Tom Ford se encargó del vestuario de los miembros de la banda que la acompaña sobre el escenario.