Aarón Fernández, cuya ópera prima fue Partes Usadas, es una de las seis personas que obtuvieron la beca de Residencia de la Cinefondation. (Agencia Reforma)
El director Aarón Fernández realiza su proyecto en París gracias a una beca del festival.
El director mexicano Aarón Fernández se encuentra en una habitación con todas las comodidades en pleno corazón de París; ahí, acude al cine gratis y recibe 800 euros mensuales para gastos, todo como parte de la beca de Residencia de la Cinefondation, del Festival de Cannes, a la que se hizo acreedor en junio.
Gracias a esta ayuda, el realizador de Partes Usadas desarrollará el guión de su segundo filme, Las Horas Muertas, en el cual narrará la vida de un joven veracruzano que padece un amor imposible.
Aunque sabe que París y Veracruz son ciudades disímiles, Fernández espera hallar la inspiración para ultimar su argumento en un mes, y trabajarlo otros tres meses más.
“Sé que podría estar encerrado en un motel en la costa (de Veracruz) para inspirarme y casi sería lo mismo, pero estar hasta acá me da una especie de aislamiento, de distancia, que es bueno tenerla”, dice el cineasta vía telefónica desde Francia.
“Muchos pueden pensar que es una distracción estar en París, pero viví aquí como cinco años, ya conozco bien, así que más bien me la paso trabajando”.
El realizador ya había presentado el proyecto de su primer filme Partes Usadas ante un comité especial del Festival de Cannes para obtener la beca, pero fue hasta el segundo intento, con Las Horas Muertas, cuando recibió el soporte para recrear su historia.
Además de los incentivos económicos, el apoyo consiste en cuatro meses de alojamiento y una asesoría personalizada para el tratamiento del guión, la cual contribuye para que el director en cuestión encuentre financiamiento a la hora de realiza su cinta.
“Se inscriben 200 proyectos; de esos, escogen a 10, los invitan a París para una entrevista, presidida por Gilles Jacob, el director del Festival de Cannes”, detalla el mexicano.
“Te pregunta quién eres, de dónde vienes, qué has hecho. La mía fue una charla formal en la que les platiqué de mi proyecto. Hubo un poco de nervios pero al final fue bastante ‘relax’. La hice en francés, porque lo hablo, y eso les gustó bastante”.
La beca de Residencia de la Cinefondation, que se entrega cada seis meses a seis realizadores de todo el mundo, ha sido otorgada en otros años a los mexicanos Amat Escalante, Rubén Imaz y Francisco Vargas.
“Esto es muy bueno para los realizadores, porque es como una especie de pausa en nuestras vidas, para consagrarte a la escritura y desarrollo de un proyecto”, indica Fernández.
Más mexicanos reciben apoyo de Tribeca
Con la finalidad de apoyar la creatividad de cineastas mexicanos, el Tribeca Film Institute participa por primera vez en el Festival Internacional de Cine de Morelia al unir esfuerzos con Renew Media y entregar la beca de artes audiovisuales.
Los beneficiarios de este privilegio son los realizadores Rigoberto Castañeda y Tin Dirdamal, quienes estuvieron presentes en la reunión con los medios y hablaron de los proyectos que levantarán con el dinero obtenido, además de Yulene Olaizola.
“Mi proyecto se llama Alegorías, es un largometraje de ficción. Es un género que no está muy tocado en México, por lo mismo es un poco difícil de vender”, expresó Castañeda, quien escribió el guión después de realizar múltiples lecturas de El Laberinto de la Soledad, de Octavio Paz.
Además, el realizador de Kilómetro 31 creó una casa productora, denominada Changos Volando para sacar adelante el proyecto y filmarlo a mediados del próximo año.
Por su parte, Dirdamal ocupará la beca para la posproducción del documental Silencio en Saturno, que aborda el conflicto que se desataría ante la ausencia del agua. La tercera beca se otorgó a Yulene Olaizola, quien no estuvo presente en la conferencia.
Pero ellos no fueron los únicos beneficiados, el trabajo de Adriana Bravo y Andrea Robles, Absolución Simultánea, recibió mención especial, que significa 10 mil dólares para concretar el proyecto.