Los ixtleros en la zona del semidesierto viven en pobreza extrema y marginación, por eso requieren de mucha ayuda para apoyar sus actividaades económicas.
El Siglo de Durango
“La región del semidesierto, de la que en buena parte está Durango, se encuentra en pobreza extrema y la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza) ha disminuido su influencia en este sector, incluso ésta casi desaparece, es más, ha dejado de ser útil”, así lo manifiesta el diputado local Fernando Ulises Adame de León, presidente de la Comisión de Asuntos Agrícolas, Frutícolas y Pecuarias en el Congreso del Estado.
Adame de León está trabajando en una iniciativa para crear la Ley Estatal de Desarrollo Ixtlero. En este documento explica que incluso la Conaza ha dejado de ser útil para el Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa. Mientras tanto, los habitantes del semidesierto están demandando que su actividad primaria, con respecto al aprovechamiento del ixtle se vuelva rentable.
Única oportunidad
La fibra de agave lechuguilla, que es conocida mundialmente como Tampico Fiber, llegó a ser la actividad cotidiana más importante del semidesierto de los estados de San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila, Durango, entre otros. Fue la forma de subsistencia de más de 100 mil familias, pero ahora la región del semidesierto que ha convertido en una región de emigración.
La única oportunidad de lograr el rescate de estas comunidades es a través de la reinserción del ixtle de lechuguilla como fibra dura, para que sea la materia prima demandada por el sector industrial para la elaboración de productos relacionados con la limpieza de superficies, el pulido de materiales, la pintura de cualquier tipo y hasta la salud humana y animal, indicó el Legislador.
Si bien, el funcionario establece que el ixtle puede industrializarse en forma importante, pues es un producto que es mucho mejor que los productos derivados del petróleo, es importante que se vigile el aprovechamiento de la planta de lechuguilla, para que esto se haga en forma sustentable e integral y para que ninguno de sus productos o subproductos se dejen de aprovechar.