Foto cedida por el periódico 'L'Osservatore Romano' que muestra al Papa Benedicto XVI saludando a los obispos y cardenales reunidos para la XVI Asamblea general de la conferencia episcopal (CEI) en el Vaticano hoy jueves 29 de mayo. (EFE)
El Papa Benedicto XVI condenó hoy la explotación que realizan los países ricos de los recursos naturales de las naciones del 'tercer mundo' y defendió el derecho de estas a participar de la riqueza de su territorio.
'Los países ricos no pueden apropiarse por sí solos de lo que proviene de otras tierras; es deber de justicia y de solidaridad que la comunidad internacional vigile sobre la distribución de la riqueza para favorecer el desarrollo de los países pobres', dijo.
Al recibir en audiencia conjunta a los nuevos embajadores ante El Vaticano de Tanzania, Uganda, Liberia, Chad, Brangladesh, Bielorrusia, Guinea, Sri Lanka y Nigeria, de quienes recibió sus cartas credenciales, el Pontífice exigió la equidad internacional.
Pidió que la justicia sea el punto de referencia que coadyuve a la política a lograr el respeto de los derechos y la dignidad de todos los seres humanos; para que la totalidad de los habitantes de un país puedan tener parte en la riqueza nacional.
'La comunidad humana está llamada a manifestar su solidaridad hacia los más pobres en el cuidado de una mejor división de las riquezas permitiendo a aquellos países que tienen bienes en el proprio suelo y subsuelo de beneficiarse en primer lugar', ponderó.
A la búsqueda de la justicia, agregó el Papa, debe acompañarse la fraternidad para edificar sociedades donde reinen la concordia, de este modo regular eventuales problemas a través del diálogo y nunca mediante la violencia.
'Toda persona responsable en la vida pública está llamada a desempeñar esta misión de servicio', sostuvo en un discurso pronunciado en idioma francés ante los representantes diplomáticos en sus apartamentos del Palacio Apostólico del Vaticano.