La Arquidiócesis de México advirtió que la Iglesia no dejará de condenar los cobardes atentados del narcotráfico contra instalaciones de periódicos y periodistas, así como en llamar al arrepentimiento de estos delincuentes.
En un editorial en el que reprueba el ataque del pasado domingo contra el periódico "El Debate" de Culiacán, advirtió que con esto el narcotráfico "trata, por caminos de violencia, amedrentar la denuncia valiente amordazando el quehacer periodístico y a la sociedad".
El "cobarde atentado" con dos granadas de fragmentación a este medio de comunicación es una nueva afrenta a la libertad de expresión de la delincuencia organizada, la cual de manera preocupante ha hecho patente que cuenta con armas de alto poder.
Más aun, es preocupante que estos delincuentes pretendan silenciar a los comunicadores que tienen el valor de denunciarlos, pese a que la ley da garantías constitucionales a los ciudadanos para expresarse con libertad y publicar sus ideas, además de la propia ley divina.
"Dios concedió al hombre el libre albedrío para que eligiera entre el bien y el mal, es imperdonable que un grupo de delincuentes pretenda coartar una de las libertades concedidas por Dios", añadió.
La Arquidiócesis subrayó la responsabilidad que tiene el gobierno en hacer efectivos los derechos plasmados en la Constitución y tomar las medidas pertinentes para que quienes ejercen la profesión del periodismo puedan actuar sin intimidaciones.
"La Iglesia Católica no puede pasar por alto estos crímenes que han dañado instituciones, personas y familias, como en el atentado ocurrido en febrero de 2006 contra "El Mañana" de Nuevo Laredo, donde el periodista Jaime Orozco, con 15 años de experiencia, quedó paralítico por una bala en la columna vertebral".
El Arzobispado también lamentó el caso que ocurrió hace algunos días en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el cual el periodista Armando Rodríguez Carreón, del periódico "El Diario", fue asesinado.