Son muchas las enfermedades que pueden afectar la glándula tiroides. Se pueden presentar alteraciones en la forma y tamaño de la glándula y ésta también puede verse afectada en su función con una exageración en la producción de hormonas o una disminución en las mismas.
El día de hoy nos referiremos a un problema común de salud que es el hipotiroidismo o producción insuficiente de las hormonas tiroideas.
Este problema es más común en el sexo femenino y en un porcentaje alto de casos la falla tiroidea es originada por un proceso inflamatorio de la glándula (tiroiditis) y que la gran mayoría de los casos pasa desapercibida o se confunde con un cuadro de amigdalitis o faringitis y que con el correr del tiempo limita la función de la glándula presentándose de manera gradual síntomas muy sutiles como falta de energía, desánimo, poca disposición para realizar actividades, el paciente nota olvidos frecuentes y una dificultad para bajar de peso más como resultado de inactividad física que en relación a consumo de alimentos. La piel se seca y es frecuente la intolerancia al frío y lentitud en el tránsito intestinal; en cuadros más severos o dramáticos se presenta depresión, melancolía, llanto fácil y lentitud en el pensamiento o el lenguaje. Estos síntomas con frecuencia son atribuidos a depresión o estrés y no es raro que el paciente acuda con un psicólogo o busque asistencia de un terapeuta.
Si usted presenta varios de estos síntomas y si tiene familiares directos con enfermedades reconocidas de la glándula tiroides pida a su médico la realización de un examen llamado perfil tiroideo. Este examen está disponible en la mayoría de los laboratorios de la comunidad y es muy confiable para establecer o descartar el diagnóstico de falla tiroidea.
Una vez establecido el diagnóstico su médico le podrá referir a un endocrinólogo que es el especialista para tratar este tipo de patologías. El tratamiento es seguro y permite restablecer la vida a la normalidad.