Frecuentemente caemos en el error de pensar que el estrabismo, comúnmente llamado bizquera es únicamente un problema estético en nuestros hijos, en el que uno o ambos ojos se desvían hacia adentro, afuera, arriba o abajo.
Queremos protegerlos de los comentarios de la gente que los rodea en casa o fuera de ella y en efecto esto deja una huella profunda en su autoestima limitándolo en su desarrollo social.
Pues bien, el estrabismo es mucho más que esto. Los cambios que se producen en la visión de un niño con estrabismo no tratado afectan su desarrollo escolar a corto, mediano y largo plazo. Limitándolo incluso en sus actividades profesionales en un futuro.
Entonces, ¿sabes cómo ve un niño con estrabismo?
Dependiendo de la edad a la que aparece y el tipo de bizquera que presenta tu hijo puede llegar a tener visión doble (médicamente llamado Diplopia) ya que está viendo una imagen diferente con cada ojo, ante esto el cerebro se confunde y comienza a buscar una solución.
Al principio tu hijo girará la cabeza hacia algún lado, cerrará un ojo o lo frotará frecuentemente buscando mejorar la visión doble. Esta situación puede ser permanente o durar sólo algunos días.
Lo que sucede a continuación dejará huella en tu hijo, el cerebro tomará uno de dos caminos probables. Eliminará la imagen más borrosa perteneciente al ojo desviado y tu hijo sólo percibirá la imagen del ojo no desviado (esto se conoce como supresión), como consecuencia tu hijo verá menos con el ojo suprimido, esto puede tener solución si se inicia tratamiento adecuado antes de los siete años de edad. El otro camino no tan alentador será adaptar la imagen del ojo desviado con la imagen del ojo no desviado formando una visión clara siempre y cuando los ojos de tu hijo permanezcan con bizquera, (esto se llama correspondencia retinal anómala) en este punto el estrabismo se vuelve intratable ya que al enderezar los ojos de tu niño regresará la visión doble.
¿Interesante verdad? Ahora sabes que el estrabismo no sólo se origina en los ojos sino que también interviene el cerebro, es más complicado de lo que imaginas.
¿Quieres esto para tu hijo? Debes saber que si notas cualquier tipo de bizquera en tu hijo después de los seis meses de edad debes acudir con un especialista y sólo tienes hasta antes de los siete años para mejorar su visión. Si eres un adulto que nunca fue tratado acude a revisión con el especialista, puede haber una opción de tratamiento para ti.
Autor. Dra Lyzeth Araceli Lara Franco. Cirujano Oftalmólogo. Especialista en Estrabismo.
e-mail: lyzetharaceli@hotmail.com