La enfermedad hemorroidal es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo. También conocida como “Almorranas”. Las hemorroides son unos cojinetes vasculares que se encuentran en el conducto anal, en la parte final del recto. Sirven como colchón al paso de las heces. En personas con estreñimiento, con dificultad para evacuar, este tejido se va agrandando e inflamando, causando así esta enfermedad.
¿SON FRECUENTES?
Sí, es una de las enfermedades con más frecuencia en el mundo. Generalmente este problema es autodiagnosticado, es decir sin acudir con el médico, y otros problemas como fisura, abscesos o fístulas son confundidos con esta enfermedad.
¿QUÉ SÍNTOMAS ORIGINAN?
Los síntomas más frecuentes son el sangrado, sensación de cuerpo extraño, ardor, dolor, comezón y en ocasiones salida de un tejido a través del ano (prolapso). Generalmente los síntomas son progresivos, es decir, inician con pocas molestias y con el paso del tiempo los síntomas son más intensos. Hay ocasiones en que en una persona sin síntomas previos tiene un crecimiento rápido de una hemorroide, con dolor intenso o sangrado, esto es debido a que en una hemorroide la sangre se coagula (trombosis). Es muy importante que ante cualquier síntoma se acuda al especialista, ya que ningún sangrado a través del recto es normal, y no todo lo que sangra a través del ano son hemorroides, es decir, existen otras enfermedades que también originan sangrado como el temido y actualmente frecuente cáncer de Colon.
¿QUÉ ESTUDIOS SE REQUIEREN?
Lo más importante es que el paciente acuda con un médico especialista, el cual interrogará y después realizará una exploración del área. Es importante también realizar una rectoscopía, o sea la introducción de un instrumento de video para ver el interior del recto. El principal enemigo es la vergüenza de los pacientes y el temor a ser revisados, situación que en la actualidad debe de ser superada.
¿CÓMO SE TRATAN?
Es de vital importancia que esta enfermedad sea tratada por un médico especialista, (coloproctólogo) debidamente certificado para el ejercicio, ya que un mal diagnóstico o un tratamiento inoportuno puede desarrollar complicaciones muy serias. El tratamiento depende del grado en que se encuentren y de la intensidad de los síntomas, la gran mayoría de los pacientes no requieren cirugía, el problema es que el paciente por vergüenza o temor no acude al médico. Se tiene que hacer un cambio en dieta, que tiene que ser sin irritantes, con mucha agua y fibra. También existen gran cantidad de pomadas que sirven como antiinflamatorios y ayudan a disminuir el dolor. Deben indicarse suplementos de fibra, para evitar que las heces sean duras y no lastimen durante la evacuación. Cuando los síntomas no mejoran con el tratamiento o los síntomas son muy severos debe de realizarse la cirugía. Esta última, muy temida por todos, en la actualidad la realizamos con las técnicas más modernas y sobre todo seguras, con un resultado científicamente comprobado. La cirugía hoy en día es muy segura y poco dolorosa.
RECOMENDACIONES
Ingerir abundantes líquidos.
Evitar alimentos irritantes.
Evitar estreñimiento.
No permanecer mucho tiempo sentado en el sanitario.
Ante cualquier síntoma acuda al especialista y tenga cuidado con tratamientos alternos que no tienen sustento académico – científico.
Dr. Jaime Antonio Rodríguez García.
Coloproctólogo – Cirujano de colon, recto y ano.
www.drjaimerodriguezgarcia.com
