Es la cancha en la que Edson Arantes do Nascimento se hizo grande, en la que llevó al Santos a la fama mundial... En la que el Cruz Azul y el América han visto despedazados sus sueños libertadores.
Pero, la noche de mañana martes, el Guadalajara visita al Peixe, cuyos blasones no asustan a los pupilos de Efraín Flores.
Las Chivas están conscientes de que pisarán uno de los estadios más difíciles para los visitantes en toda Sudamérica, pero confían en su capacidad para sacar los tres puntos.
“Ser visitante es complicado, pero nosotros vamos a jugar al futbol y, aunque sabemos que la localía de un equipo como Santos va a pesar, nos vamos a concentrar en que somos 11 contra 11 y que Chivas tiene que sacar lo mejor de sí para ganar”, expresa Omar Bravo, quien es respaldado por el joven Marco Fabián: “Vamos a tratar de sacar la victoria, jugarle al tú por tú y hacer muy buen trabajo”.
En especial porque un triunfo los acercaría a los octavos de final del certamen continental.
Es cierto, apenas es el segundo encuentro para ambos dentro de la fase grupal, pero los mexicanos llegarían a seis puntos —dentro del sexto sector—, con cuatro de ventaja sobre el Cúcuta de Colombia. El propio Santos y el San José de Bolivia se quedarían con uno.
“Estamos motivados”, sentencia Bravo. Si ganamos, el equipo da un paso importante para clasificar en la Libertadores...”.
Sobre todo porque daría un golpe de autoridad.
Salir del estadio Urbano Caldeira con los tres puntos no es una misión sencilla. Desde hace más de medio siglo, cuando Pelé comenzó a maravillar al mundo con su magia, superar al Santos siempre es complicado.
“Sabemos que Santos es un equipo con historia, tradición”, expone Jonny Magallón. “Sabemos que Pelé jugó muchos años en ese equipo, que es una escuadra representativa en Brasil, así es que trataremos de hacer un buen partido, de competirle de igual a igual y salir con una victoria”.
Misión que los otros dos grandes del futbol mexicano fueron incapaces de cumplir.
Es cierto, el Guadalajara se encuentra al Santos en la ronda grupal, mientras que el Cruz Azul y el América lo hicieron en cuartos de final, pero no pudieron ganarle un solo cotejo.
En la edición del 2003, La Máquina —que venía de eliminar al Deportivo Cali de Colombia— se encontró al Peixe.
Tras un vibrante 2-2 en el Estadio Azteca, los brasileños clasificaron a semifinales tras imponerse en la vuelta (1-0) con gol de Robinho.
El año pasado, el América tuvo como rival al Santos luego de eliminar al Colo Colo de Chile.
La ida —celebrada en el Azteca— concluyó sin goles, pero los brasileños ganaron el segundo capítulo (2-1) para eliminar a las Águilas.
Por lo que las Chivas se niegan a ser la tercera víctima.
“Los tiempos cambian, pero siempre hemos respetado al equipo de enfrente”, destaca Bravo. “El simple hecho de portar la camiseta de las Chivas es una responsabilidad y un motivo de orgullo, pero la Libertadores es una vitrina importante y si algo ha caracterizado al Guadalajara es que juega igual de local y visitante”.
Porque, como dice Gonzalo Pineda, “Santos es un equipo importante, pero Chivas puede derrotarlo”.
